Mi estadía en Casa Milia fue excelente. Estuve en el hotel durante unos días mientras hacía el Camino de Santiago y fue perfecto para descansar después de una larga caminata. La casa está muy bien restaurada y es realmente hermosa. Todo estaba muy limpio y bien cuidado. Además, las instalaciones eran ideales para relajarse, especialmente la bañera en la cual pude disfrutar de un largo baño. María, la dueña, fue muy atenta y su trato personalizado hizo que me sintiera como en casa. La comida casera también fue deliciosa. La ubicación de la casa es perfecta, ya que está a solo 200 metros del Camino de Santiago. Si viajas en grupo, te ofrecen una casa antigua totalmente restaurada con todos los servicios. En resumen, la atención excepcional, el lugar hermoso y la ubicación ideal hicieron que mi estadía en Casa Milia fuera inolvidable.

Recomendaría el lugar sin duda alguna.

Mi estancia en Casa Milia fue simplemente maravillosa. Me hospedé en este encantador hotel rural durante dos noches mientras viajaba por Galicia. El entorno natural en el que se encuentra es simplemente precioso y el ruido del tráfico de la carretera no resultó molesto en absoluto. Además, la comida casera servida en el restaurante fue excepcional, al igual que el servicio de la camarera que nos atendió. Destacar también a María, la dueña del hotel, quien nos hizo sentir como en casa. La calidad de las habitaciones y la limpieza del hotel no tienen nada que envidiar a un hotel de 5 estrellas. Sin duda, lo recomendaría a todos.

Puedo recomendar este hotel a todos.

¡María es la esencia de la casa! Cena y desayuno excelentes, todo casero. Habitación bonita y acogedora, camas cómodas. Cuarto de baño limpio. Todo muy cuidado y con amor. Un sitio único y especial. Me hubiera quedado más días. 😍

El lugar está algo retirado del camino, pero ofrece un ambiente encantador de casa de pueblo. Las habitaciones son amplias y limpias, y el trato es muy familiar. Además, el exterior cuenta con un césped, árboles, bancos y columpios, perfecto para relajarse y tomar el aire.

El menú de comida/cena/desayuno es limitado y un poco caro, con poca opción de buscar alternativas cerca.

Mi estancia en Casa Milia fue maravillosa. Estuve allí por dos noches mientras hacía el Camino de Santiago y fue el lugar perfecto para descansar. La casa y sus instalaciones son bonitas, rústicas y acogedoras, y las vistas impresionantes. Las propietarias fueron muy detallistas y la atención que nos brindaron fue excelente. La comida casera era deliciosa y las porciones eran generosas. Me encantó el bizcocho casero y el queso con membrillo. Además, toda la decoración estaba muy cuidada.

El servicio es entrañable y superatento, con un personal muy amable. La habitación era espaciosa y hiperlimpia. Las zonas comunes eran preciosas.

Nada.