Casa Nela es una casita cómoda y equipada, muy limpia y tranquila. El anfitrión fue amable y nos explicó detalladamente cómo ingresar. Buena ubicación para explorar la isla. Supermercado cerca.

Me sentí como en casa allí, no he tenido ningún inconveniente.

Me encantó el alojamiento, muy céntrico, cerca de supermercado y fábrica de quesadillas. El hotel más pequeño del mundo y el sendero hacia el charco de la mareta están a pocos minutos a pie. Desconexión total, vistas increíbles desde la azotea, cocina amplia y bien equipada. Anfitriones simpáticos y atentos.

Me sentí super a gusto, no me puedo quejar.

Nos quedamos enamorados de casita Nela!!! Un lugar muy bonito y tranquilo, rodeado de montaña y mar, con atardeceres de película. La casita tiene de todo y es un espacio privado que nos ha encantado, todo bien cuidado, limpieza impecable. Trato al cliente de 10, no nos hemos conocido a los anfitriones cara a cara por falta de tiempo pero les aseguro que son excelentes ya que se ve que han puesto mucho amor en la casa y cuidan a sus huéspedes muy bien. Agradecemos de todo corazón el trato recibido ya que, además de todo el cariño, han sido muy empáticos al hospedarnos por una noche más ya que el barco el último día se ha ido antes de su hora y nos quedamos atrapados en la isla. En fin, lo hemos pasado súper y ojalá podamos volver algún día.

Os recomiendo este fantástico lugar.

Nos encantó la ubicación céntrica del alojamiento. A menos de 5 minutos a pie, encontramos un supermercado y una fábrica de quesadillas donde comprar. Además, a tan solo 15 minutos a pie está el hotel más pequeño del mundo. descubrimos un sendero en la costa que conectaba el hotel con el charco de la mareta, a solo 15 minutos a pie desde el alojamiento. Disfrutamos de vistas increíbles desde la azotea del alojamiento, con el roque de salmor y una puesta de sol espectacular. El alojamiento estaba completamente equipado y contaba con estacionamiento, área de barbacoa y terraza exterior. Las camas eran cómodas, teníamos suficientes toallas y sábanas, y la cocina era amplia y bien equipada. Los anfitriones fueron muy amables y nos proporcionaron instrucciones detalladas de ubicación y el código para recoger las llaves.

Me gustaron varias cosas de mi estadía. Primero, la ubicación del alojamiento es muy conveniente. Está cerca de un supermercado y de una fábrica donde venden quesadillas, que son deliciosas. Además, hay un sendero que conecta el alojamiento con el charco de la mareta, un lugar precioso para disfrutar. me encantó la desconexión total que ofrece el lugar. Desayunar en la fachada del alojamiento mientras disfrutas de las vistas a las colinas de frontera es una experiencia única. Y por si fuera poco, el alojamiento está completamente equipado, con camas cómodas, toallas y sábanas de sobra, y una cocina amplia y bien equipada.

También hubo algunas cosas que no me gustaron. Algunos de los fogones de la cocina no funcionaban correctamente, lo cual resultó un poco incómodo.