El dormitorio que nos asignaron era pequeño y anticuado, con un baño pequeño y poco cómodo. El servicio en el desayuno era lento y limitado en opciones.

La falta de atención y amabilidad por parte del personal fue algo que nos dejó un sabor amargo en nuestra estancia.

Salimos encantadísimos de nuestra escapada romántica. Los dueños nos hicieron sentir como en casa desde el minuto uno, con su amabilidad y atención. Además, nos encantó que permitieran mascotas sin cobrar ningún suplemento, así pudimos llevar a nuestro perro y disfrutar de la experiencia juntos. También destacamos el delicioso desayuno ofrecido a un precio muy razonable. ¡Nos levantamos cada mañana con energía y lista para disfrutar del día!

No tengo nada negativo que decir, todo fue perfecto. El entorno del hotel era simplemente perfecto para pasar unos días de relax y desconexión total.