Ubicación perfecta, terrazas con vista, habitación limpia y cómoda, desayuno estupendo, atención inmejorable, facilidad de entrada.

Nada.

Variedad y cantidad en el desayuno. Personal amable. Habitación amplia y tranquila. Diseño precioso típico de la zona. Fácil aparcamiento.

Lugar rústico y acogedor, habitación tipo buhardilla encantadora. Personal muy amable y eficiente, resolvieron un error en la reserva con una sonrisa. Habitación amplia, perfecta para familias con niños. Gran ubicación cerca de la ermita de la Virgen, cafetería y tienda. Amabilidad y cercanía destacables.

Todo muy bien, el desayuno era delicioso y había variedad. Además, nos dieron facilidades a la hora de hacer el check-in y la habitación estaba limpia y cómoda. Aunque éramos cuatro adultos, las camas eran muy cómodas y el baño estaba en perfectas condiciones. Otro aspecto positivo fue la ubicación, ya que estaba cerca de diferentes lugares de interés. Sin duda, disfrutamos de un fin de semana agradable.

Recomendado. Me gustó todo. Los desayunos se dan en otro de los sitios que tienen allí en el Rocío y desde la terraza estás desayunando, viendo la iglesia y las marismas. El personal encantador, un sitio con muy buena situación. Además, conseguí una buena oferta incluso siendo temporada baja.

Lo mejor de nuestra escapada fue la ubicación céntrica del hotel, lo cual nos permitió disfrutar de todas las atracciones y actividades sin tener que desplazarnos mucho. Además, destacaría la atención del personal, siempre amables y dispuestos a ayudar en todo momento. La limpieza del hotel también fue impecable, lo cual nos hizo sentir cómodos y bienvenidos desde el primer momento. Por último, la relación calidad-precio fue excelente, ya que pudimos disfrutar de todas las comodidades y servicios a un precio muy asequible. Sin duda, volveríamos a repetir esta experiencia.

En cuanto a los aspectos negativos, me gustaría mencionar que la señal de la televisión y el wifi en algunas zonas del hotel no eran del todo estables, lo cual puede resultar un inconveniente para aquellos que busquen disfrutar de estos servicios durante su estancia. Además, me hubiera gustado tener la opción de poder usar la cocina para preparar nuestras propias comidas, ya que era algo que esperaba encontrar en un hotel de este tipo.

La habitación que reservamos era para cuatro personas, pero el baño era diminuto y no teníamos suficiente agua caliente para todos. Además, el olor a tubería y a cerrado en la habitación era bastante desagradable. La decoración era escasa, con solo dos camas y dos mesillas. No había espejo, lámpara de noche ni cuadro. Tampoco había una mesa auxiliar. Además, nos informaron de que el desayuno se servía en otra casa rural, sin previo aviso en el anuncio. En resumen, fue la peor experiencia que hemos tenido en la aldea.

Además de los problemas mencionados, había obras en la casa de al lado, lo cual fue algo temporal, pero generaba molestias durante la estancia.

Nos alojamos en una casa rural en un lugar mágico. La ubicación era perfecta, cerca de una aldea encantadora. La recepcionista fue muy simpática y nos dio recomendaciones excelentes. Las habitaciones eran muy diferentes, algunas pequeñas pero con baño privado y otras más grandes en la planta superior. Además, había una cocina totalmente equipada y un salón agradable.

El desayuno se sirve en un lugar cercano y no era de muy buena calidad, pero el encanto de la zona compensa este inconveniente.

Terraza con vistas bonitas para desayunar. Ubicación cerca de iglesia. Personal simpático y atento. Lugar tranquilo para desconectar. Escuchamos berrea de los ciervos por la noche.

En la Casa Rural Arenas De El Rocio en El Rocio, disfrutamos de una ubicación excelente con un patio central donde pudimos relajarnos por la noche. La atención del personal fue excelente, las habitaciones eran amplias y confortables, y las camas muy cómodas. El desayuno fue completo y agradable. Todo fue perfecto.

La habitación amplia y limpia. Los chicos del Cazadero Real muy agradables. La chica que nos entregó las llaves fue muy cordial.

El desayuno variado y abundante, con vistas a la iglesia y las marismas. Personal encantador, especialmente Nieves y otra trabajadora. Buena ubicación en un pueblo con calles llenas de caballos.

Habitaciones amplias y cómodas. Equipadas con todo lo necesario.- Detallazo con agua fresquita y máquina de café

Que no pude quedarme más tiempo.

La amabilidad del personal, la habitación amplia, las facilidades para el check-in, la limpieza.

Nada que decir.