La comida del restaurante, la amabilidad de la propietaria, el ambiente familiar y cercano, la localización del hotel.

No se me ocurre nada.

Este hotel rural ofrece una experiencia única en un encantador pueblo. Las habitaciones son acogedoras y el desayuno es delicioso, con zumo natural y bizcocho casero. Además, está ubicado cerca de varios lugares de interés turístico, como La Fuentona y El Cañón del Río Lobos.

La carta del restaurante puede ser limitada para vegetarianos y veganos.

Las mejores cosas de mi estancia fueron la ubicación estratégica y el encanto del pueblo. Estaba en un lugar perfecto para explorar diferentes lugares de Soria y dar paseos. Además, el pueblo en sí era tranquilo y tenía mucho encanto. Otro aspecto positivo fue que la casa rural era muy bonita y conservaba la arquitectura popular. La habitación era cómoda y amplia, con todo lo necesario. disfruté de un delicioso desayuno y de una comida excepcional en el restaurante.

Hubo algunas cosas que no me gustaron tanto. Los colchones eran bastante duros y el baño era amplio pero básico.

La ubicación es perfecta, situada en la parte superior de un encantador pueblo con gran historia. Las habitaciones son cómodas y amplias, permitiendo un descanso absoluto. Además, el restaurante ofrece una deliciosa comida a un precio justo.

La falta de televisión en la habitación puede resultar incómoda para algunos huéspedes.

El trato del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar y muy amables. Las instalaciones del hotel estaban limpias y en buen estado. El desayuno era delicioso y variado. La ubicación era perfecta para explorar los alrededores.

Nada que pueda disgustar.

Mi esposo y yo nos hospedamos en Casa Rural de la Villa durante una noche. Begoña, la dueña del hotel, nos dio una cálida bienvenida a pesar de nuestra llegada tardía y nos preparó una deliciosa cena. El alojamiento era perfecto, con un ambiente tranquilo y acogedor que nos hizo sentir como en casa. Begoña se esforzó por hacernos sentir cómodos y nos trató con mucho cariño. El desayuno y la cena en el restaurante El Palomar fueron magníficos. Además, la ubicación del hotel es ideal para disfrutar de hermosas rutas y el encantador pueblo invita a pasear y disfrutar de la naturaleza. ¡Felicidades a Begoña por el amor y cuidado que pone en todo!

No dudaría en recomendar este hotel.

Ubicación perfecta, comida increíble, atención encantadora, ambiente auténtico.

Nada que disguste.

Nada más llegar ya te sientes como en casa. Begoña está pendiente de todos los detalles. Nos encantó el restaurante, el desayuno casero, el silencio y la tranquilidad que se respiraban en el pueblo, poder dormir con manta en pleno mes de Junio. En definitiva, nos fuimos de allí encantados y con ganas de repetir.

Me sentí super a gusto, no me puedo quejar.

el alojamiento de Casa Rural de la Villa en Calatañazor superó nuestras expectativas durante estas vacaciones de verano. El entorno del pueblo es precioso y tranquilo y la casa mantuvo su encanto histórico. La atención de la dueña, Begoña, fue excelente y nos hizo sentir como en casa. Definitivamente volveremos.

falta algo

La ubicación del hotel es perfecta, ya que está en un entorno precioso y de fácil acceso. Además, el estilo rústico del establecimiento le da un toque especial y acogedor. Los huéspedes pueden disfrutar de un delicioso desayuno casero preparado por el propio hotel y también tienen la opción de cenar en el restaurante de enfrente, donde ofrecen comida casera de calidad.

Algunos huéspedes han mencionado que las almohadas están muy aplastadas, lo que puede resultar incómodo para algunos.

El trato de Begoña excelente. Desayuno sencillo pero muy rico y abundante. Pueblo precioso y ubicación ideal. Desconexión total. Tranquilidad absoluta. No hay televisión pero sí wifi. Sentirse como en casa. Restaurante delicioso.

Mejor imposible.

Encantadora dueña, desayuno correcto de zumo de naranja, tostadas caseras y buen café. Restaurante bueno y precios razonables. Paz y tranquilidad, solo se escuchan pájaros al despertar.

La limpieza impecable, las instalaciones del hotel y el desayuno preparado por la propia casa son algunos de los aspectos destacados. El personal es muy atento y servicial, y me proporcionaron un dossier con sugerencias de visitas en los alrededores. Además, la ubicación es perfecta y hay un amplio espacio de estacionamiento disponible.

No pude encontrar ningún fallo.

Todo en este encantador pueblo es perfecto: la ubicación, la arquitectura, la habitación y el desayuno. La anfitriona es amable y ofrece información y deliciosa comida casera. El cielo estrellado es impresionante. El aroma de la estufa de carbón y la comida te envuelven.

Encanto rural en pueblo histórico con habitaciones amplias y cómodas. Restaurante con buena comida y ambiente acogedor. Trato cercano y colaborador por parte de Begoña. Salón común tranquilo y acogedor. Desayuno sencillo y casero.