La casa está bien equipada, con un jardín bonito y barbacoa. El personal es amable y atento. Buena ubicación cerca de restaurantes. Camas cómodas y limpieza impecable.

La tranquilidad y el hermoso jardín hacen de nuestra estancia en Casa Rural El Bellucu una experiencia única. Disfrutamos del desayuno en la terraza y las barbacoas al aire libre. Además, el garaje para dos coches fue muy útil. La atención de Sonia, la propietaria, fue excelente y muy atenta en todo momento. La casa estaba impecable y las camas eran cómodas. La cocina estaba totalmente equipada, incluso con lavavajillas y tostadora. En general, recomendamos esta casa rural para una estancia relajante y confortable.

El único inconveniente que encontramos fue el ruido del suelo de madera en el segundo piso, que podía ser molesto durante la noche. También nos hubiera gustado contar con algunos productos básicos de cortesía, como gel de ducha y servilletas en la cocina.

Mi estadía en Casa Rural El Bellucu fue maravillosa. La atención de Sonia, la propietaria, fue excepcional, estuvo siempre pendiente de mis necesidades y respondía rápidamente a mis preguntas. El jardín de la casa es absolutamente hermoso y añade un toque especial a la estancia. Las camas eran muy cómodas y la cocina estaba completamente equipada. Disfruté especialmente de la terraza para desayunar y tener acceso al garaje fue muy conveniente. En general, la casa era funcional y me sentí como en casa.

El único inconveniente que encontré fue el ruido de la planta superior de madera, que resultaba molesto durante la noche. También hubiera sido perfecto contar con algunos detalles de cortesía, como gel de ducha, servilletas en la cocina y elementos básicos como azúcar y café, al menos para el primer día, ya que no había un supermercado cercano hasta Cangas de Onís.

Mi familia y yo nos hospedamos en Casa Rural El Bellucu durante nuestra estancia en la zona. La casa es perfecta en todos los sentidos, con un tamaño ideal y una cocina americana con barra, donde pudimos disfrutar de momentos familiares mientras cocinábamos. Las almohadas de viscoelástica son una auténtica maravilla y la dueña fue muy atenta, incluso nos ofreció salir más tarde, lo cual nos vino genial para comer con los niños antes de regresar. A pesar de que no pudimos disfrutar del espectacular jardín debido a la lluvia, sin duda es un lugar hermoso para relajarse.

Recomendaría el lugar sin duda alguna.