El lugar es perfecto para descansar en familia, con una tranquilidad absoluta y sin ruido alguno. Además, el desayuno es excepcional con una variedad de opciones tanto dulces como saladas. Podemos disfrutar del jardín y las zonas comunes junto a nuestras mascotas, lo que es una ventaja para aquellos que viajamos con animales. cabe destacar la atención y cariño de los dueños, quienes se preocupan por cada detalle durante nuestra estancia.

No hay restaurantes en el pueblo para cenar los viernes, por lo que es necesario informarse previamente para evitar quedarse sin cena.

Nuestra estancia en Casa Rural El Botánico fue simplemente maravillosa. El entorno tranquilo y bonito nos permitió desconectar por completo. Los propietarios fueron encantadores y se aseguraron de que estuviéramos cómodos en todo momento. El desayuno era delicioso, con bizcochos caseros y zumo de naranja recién exprimido. Además, nos encantó que admitieran mascotas, nuestro perro pudo disfrutar del jardín y correr libremente. Definitivamente recomendaría este hotel a cualquiera que desee una experiencia relajante y acogedora.

Los anfitriones maravillosos y atentos. El jardín bonito y acogedor. El desayuno variado y rico. Opción de cenar y tomar cócteles en el alojamiento.

No tiene que mejorar nada.

Hice una ruta de los embalses y me hospedé en Casa Rural El Botánico durante unos días. Los propietarios son increíblemente amables y serviciales. Siempre están disponibles para ayudarte y responder a tus preguntas. Incluso me ayudaron a encontrar la mejor ruta para mi viaje. Además, destaco lo friki que es uno de los propietarios. ¡Puedes hablar con él sobre Star Wars todo el tiempo que quieras! Otro punto a destacar es el delicioso desayuno que preparan, todo hecho por ellos mismos.

No dudaría en recomendar este hotel.

He pasado unos días maravillosos en Casa Rural El Botánico. El entorno es precioso, con un ambiente rural y acogedor que te invita a relajarte y disfrutar de la naturaleza. Elisa y Daniel, los propietarios, son fantásticos. Siempre atentos y dispuestos a ayudar, me hicieron sentir como en casa. El desayuno, que está incluido en el precio de la habitación, es delicioso y los bizcochos caseros de Elisa son una delicia. disfruté de los cócteles que Daniel preparaba por las tardes. Sin duda, volveré a este encantador hotel.