¡El lugar perfecto para desconectar! Pasamos un fin de semana estupendo en Casa Rural El Cano. La casa es más bonita y cómoda de lo que aparece en las fotos. Estaba impecable, con todas las comodidades que necesitábamos. La cocina estaba muy bien equipada, con todos los electrodomésticos y utensilios necesarios. Las habitaciones eran confortables, con camas cómodas y baños privados. La dueña, Herminia, fue muy amable y atenta, incluso nos dejó detalles adicionales. La aldea de Peña Zafra de Arriba era encantadora y tranquila. ¡Volveremos sin duda alguna!

Recomendaría el lugar sin duda alguna.

¡Una experiencia impresionante! Nuestra estancia en Casa Rural El Cano fue maravillosa. Desde el fácil acceso y check-in hasta la cálida bienvenida con un delicioso bizcocho de chocolate y otros dulces, no faltó ningún detalle. La casa estaba completamente equipada y los propietarios fueron amables y atentos. Sin duda, volveremos. ¡Recomiendo este hotel, es total!

Nuestra estancia en Casa Rural El Cano fue simplemente maravillosa. Desde el momento en que llegamos, nos sorprendió gratamente la limpieza impecable y la comodidad de las instalaciones. La amabilidad y atención de la dueña también fueron destacables. Además, nos encantó la tranquilidad de la zona y la posibilidad de disfrutar de la barbacoa y los juegos de mesa proporcionados. También nos obsequiaron con un detalle de bienvenida, un benjamín de cava. Definitivamente, es el lugar perfecto para desconectar y disfrutar de unas vacaciones relajantes.

Aunque nuestra estancia en general fue excelente, hubo un par de aspectos que podrían mejorar. Por un lado, a nuestra llegada tuvimos que esperar más de 20 minutos en la puerta, ya que no había personal disponible.

Este alojamiento en medio de la naturaleza nos ofreció unas vistas espectaculares que nos dejaron sin palabras. La casa estaba impecable, con todas las comodidades necesarias para una estancia perfecta. La propietaria Emi fue amable y atenta en todo momento, asegurándose de que no nos faltara nada. Además, nos obsequiaron con un benjamín de cava, un detalle encantador.

Hubo una pequeña demora en el check-in, ya que no encontramos a nadie al llegar.

La casa es impresionante, impecable, grande, cómoda, bonita, nueva. La piscina es pequeña pero muy bonita. El personal es súper amable y atento, no falta ningún detalle. Todas las habitaciones tienen su propio baño. La aldea es bonita y tranquila. La dueña es encantadora y se ofreció a llevarnos a conocer los paisajes cercanos con vistas espectaculares.

Me sentí como en casa allí, no tengo ninguna pega.