Encantador alojamiento con encanto. Amplia y cómoda habitación con detalles de infusiones.Magnífico desayuno casero y variado.Buena ubicación y zona de parking cercana.

Casi perfecto.

Ambiente acogedor. Buena relación calidad-precio.- Ubicación conveniente y céntrica.- Incluye desayuno.- Habitación amplia y luminosa.- Servicio atento y amable del personal.- Comodidades y extras en la habitación

Nada en absoluto de lo que quejarse.

La ubicación del hotel es excelente, en el centro del pueblo y cerca de los restaurantes. El desayuno fue espléndido, con cantidades abundantes y un servicio muy atento. La decoración del edificio es una mezcla perfecta de tradición y arte contemporáneo. apreciamos mucho el detalle de ponernos en una habitación más grande de la que habíamos reservado, ya que viajamos con una niña. Los trabajadores fueron muy amables en todo momento.

El baño era un poco pequeño y complicado de usar si estaban dos personas dentro. Las habitaciones no estaban bien insonorizadas y se podía escuchar el ruido de los pasillos y las puertas.

Me encantó la habitación, el baño limpio, la cama cómoda, el desayuno variado y delicioso, la ubicación excelente.

Nada en absoluto de lo que quejarse.

La ubicación es excelente, justo en el centro del pueblo. El personal fue muy amable y atento en todo momento. El desayuno, aunque no muy variado, estaba delicioso. Nos encantó el detalle de habernos asignado una habitación más grande de la que habíamos reservado, ya que viajamos con una niña. La casa en sí es muy bonita y la habitación era cómoda. Además, el colchón era muy cómodo, lo que nos permitió descansar bien. A pesar de algunos inconvenientes, en general recomendaría este hotel.

Situado en un lugar tranquilo, con aparcamiento en la calle. Camas cómodas y habitación amplia. Ambiente acogedor y atención amable del dueño. Desayuno y cena caseros. Biblioteca disponible. Ideal para hacer escala y explorar la carretera SO 132 y Soria. Cerca de la playa mayor para explorar el pueblo.

Nuestro viaje fue una escapada de fin de semana y nos hospedamos en Rural La Cerámica. La habitación era perfecta, con un balcón que nos ofrecía vistas al campanario de la iglesia y estaba justo al lado de la plaza mayor, lo cual fue un lujo. Además, el desayuno fue majestuoso, con una deliciosa bollería típica de la zona elaborada por ellos mismos. La comida casera también fue un detalle muy agradable. En general, la habitación era amplia, con una cómoda cama y nuestra estancia fue muy centrada, ya que teníamos todo para ver cerca. Destacaría también la amabilidad y atención de la dueña y los camareros, quienes incluso nos fueron a buscar al tren en coche, detalle que apreciamos mucho. Sin duda, volveremos.

El alojamiento maravilloso, confortable, amplio y bien decorado. La cama comodísima y el desayuno delicioso. Ubicación fantástica, muy céntrico. El personal amable.

Na.