el desayuno delicioso y generoso, los anfitriones amables y serviciales, la tranquilidad y belleza del lugar.

Mala cobertura móvil.

En resumen, fue una experiencia maravillosa y me gustaría repetir en el futuro.

Me encantó mi estancia en este lugar para recibir el año nuevo. Lo mejor fue el trato excepcional del personal, muy cercano y amable.

Un trato muy familiar por parte de Edurne, Amaia y Guille, quienes me hicieron sentir como en casa en Casa Rural La Molinera Etxea. La casa del siglo XVII reformada y convertida en un hotel rural exuda un gusto exquisito en su decoración. Además, la ubicación es perfecta, ya que se encuentra en un lugar céntrico con San Sebastián y Pamplona a una hora, y Vitoria a tan solo 45 minutos. Estar rodeado de pueblos, bodegas, senderos e historia, todo a menos de 30 minutos, es una verdadera delicia.

Ambiente familiar, decoración exquisita y ubicación central para explorar la región. Amplias habitaciones con camas cómodas y baños bien aprovechados. Desayuno espectacular por precio razonable. Masajes relajantes con aceite de uva. Anfitriones encantadores siempre dispuestos a recomendar lugares a visitar.

El colchón increíble. Teníamos muchas ganas de alojarnos en este hermoso lugar. La casa rural La Molinera Etxea Hostal superó nuestras expectativas en todos los sentidos. El alojamiento es de calidad, las habitaciones son cómodas y limpias, con colchones muy confortables. El desayuno es estupendo, con variedad y zumo natural delicioso. Además, los propietarios nos trataron de manera muy profesional y amigable, siempre con una sonrisa. La decoración y el ambiente de la casa transmiten una paz y tranquilidad absolutas, lo que nos hizo sentir muy a gusto. Sin duda, es un lugar al que volveríamos una y mil veces.

No pude encontrar nada malo. 😊

Nos gustó la tranquilidad del entorno, está en un lugar muy bonito rodeado de naturaleza. Además, la habitación estaba limpia y bien decorada, con detalles encantadores. disfrutamos de un desayuno delicioso y completo, con productos caseros de alta calidad.

Notamos que necesita una reforma, especialmente el cuarto de baño que era pequeño y agobiante. Además, el suelo era irregular y nos resultó incómodo caminar por él.

Nos encantaron los detalles del servicio, nos hicieron sentir como en casa. La habitación era preciosa, como sacada de un cuento, y la cama muy cómoda. Además, la ubicación del hotel era excelente, perfecta para disfrutar de unos días de relax y descubrir la zona. disfrutamos mucho del desayuno casero, ¡estaba riquísimo!

Esperábamos tener vistas desde la habitación, pero la nuestra no tenía ninguna. Aunque la ventana era pequeña, al menos daba a la calle.