Una casa rural preciosa fundada en 1819 a la entrada del casco viejo. Totalmente reformada y con todas las comodidades. Tiene ascensor dentro de la casa preparada para personas mayores o con discapacidad que te llevan directamente a las habitaciones de arriba. Las camas muy cómodas. La cocina totalmente equipada. Los detalles del baño, albornoz y toallas con una limpieza impecable. La anfitriona encantadora dispuesta a lo que necesites. Nos dio la bienvenida con una botella de vino. Gracias Judit por hacernos sentir como en casa. Sin duda repetiremos.

Me encantó mi experiencia durante mi navidad en este lugar. Los aspectos positivos fueron la comodidad y limpieza de la casa, así como la amabilidad de la anfitriona. disfruté mucho de la ubicación céntrica, lo cual me permitió explorar el casco antiguo y disfrutar del encanto del pueblo. Además, me gustó que aceptaran mascotas bien educadas, lo cual permitió que mis perritas también disfrutaran de la estadía.

En cuanto a los aspectos negativos, cabe mencionar que las escaleras de caracol pueden resultar incómodas para personas mayores, aunque entendí que es parte de la reforma de un palacio antiguo. Otra pequeña molestia fue que la cama de matrimonio era un poco dura y el sofá resultaba incómodo.

Mi estancia en Casa Rural Larrazuria Enea fue totalmente de 10. La comunicación con la dueña fue excelente, siempre atenta, detallista y amable. La casa está completamente equipada, incluso nos dejaron café para nuestra estancia. La cama en la que dormimos fue la más cómoda en mucho tiempo, y disfrutamos de una amplia bañera. Además, teníamos aparcamiento en la puerta y la zona era muy tranquila, perfecta para desconectar. Sin duda, repetiremos en el futuro. Tal vez como recomendación, nos hubiese gustado tener una televisión en la habitación.

En general todo fue genial, pero el sofá era un poco pequeño. Aún así, ¡todo lo demás estuvo perfecto!

Acabamos de regresar de una estancia de fin de semana en Casa Rural Larrazuria Enea y estamos encantados. El hotel es precioso, data del siglo XIX pero ha sido reformado completamente y cuenta con todas las comodidades necesarias. Destaco especialmente el ascensor dentro de la casa, ideal para personas mayores o con discapacidad, y las cómodas camas en las dos habitaciones. La cocina está totalmente equipada y el baño con sus toallas y albornoces estaba impecablemente limpio. Además, la anfitriona, Judit, fue encantadora y nos dio la bienvenida con una botella de vino.

Os recomiendo este fantástico lugar.

En mi experiencia, fue un verdadero placer alojarse en este encantador lugar. La ubicación era perfecta, ya que estaba en el centro y ofrecía un ambiente estupendo. Además, la amabilidad y la atención de Judith, la dueña, fueron inigualables. La casa estaba impecablemente limpia y los detalles, como los albornoces, eran realmente bonitos. Sin embargo, me hubiera gustado tener una televisión en la habitación. A pesar de este pequeño detalle, nuestra estancia en este palacio del siglo XVIII fue magnífica.

Nos encantó la amabilidad de los dueños, la limpieza impecable, el equipamiento completo de la casa, la ubicación ideal cerca de bodegas y lugares de interés, la tranquilidad de la zona, y los visillos de las ventanas.

Imposible encontrar algo.