Todo fue espectacular. La situación de la finca es increíble. Calma, silencio, solo se escuchan a los pajaritos cantar y, de vez en cuando, al burro Pepe , rebuznar :-) Estuve este fin de semana con mi marido y mi hijo. La amabilidad de Satur y de su familia es de 10. Montamos en el coche de caballos y dimos una vuelta súper bonita y tranquila. Entramos en las cuadras, los caballos son preciosos. Nos dejaron estar con las yeguas, sus potritos, los ponis, ovejas, ocas. es todo genial. Súper recomendable. Volveremos.

Insisto, este lugar es súper recomendado.

En este lugar, el entorno y las instalaciones son inmejorables. La casa de piedra es acogedora y las habitaciones son superlimpias, propiciando el descanso. Además, se pueden practicar todo tipo de actividades como Chikung, Taichi, Meditación y Yoga. Los caballos son supercuidados y las cuadras están impecables. cuentan con calefacción, ventiladores de aire y una gastronomía local de calidad. La hospitalidad y calidad humana de la familia te hacen sentir como en casa.

El camino para llegar puede ser un poco complicado la primera vez.

Calidez y amabilidad de los anfitriones. Preciosa casa de piedra y piscina.- Lenguaje de Satur con los caballos y los niños.- Experiencia maravillosa y emocionante.- Habitaciones superlimpias y propicias para el descanso.- Gastronomía local de calidad.- Energía y paz del entorno

No hubo nada que no me gustase.

El lugar es precioso, ubicado en plena naturaleza, con un entorno privilegiado y paisajes llenos de belleza. La casa en sí es mágica, con estancias y rincones que crean un clima especial. Está muy bien cuidada y limpia, con una cocina totalmente equipada y menú disponible. Además, el trato del propietario, Satur, fue exquisito. Estuvo pendiente de nosotros en todo momento y su amabilidad hizo que nuestra estancia fuera aún más agradable. Sin duda, un lugar recomendado para desconectar y disfrutar de la compañía de la familia y de los animales, como los fascinantes perros y caballos que allí se encuentran.

Na 🤷‍♀️

Nuestra estancia en Casa Rural Yeguada Jimenez Latorre Hostal fue espectacular. La finca está situada en un entorno increíble con mucha tranquilidad y calma. Las habitaciones son amplias y las camas muy cómodas. Además, el trato amable de Satur y su familia es de 10. Montamos en el coche de caballos y disfrutamos de un paseo precioso. pudimos estar con los animales de la finca, como los caballos, yeguas, ponis y ovejas. Volveremos seguro.

Todo fue maravilloso 😊

Estuve recientemente en Casa Rural Yeguada Jimenez Latorre en Fernancaballero y tuve una estancia maravillosa. Desde el primer día me sentí como en casa, los propietarios fueron muy amables y acogedores. La finca es impresionante, rodeada de naturaleza y con un encanto especial. Me encantó poder disfrutar de la compañía de mi mascota durante mi estancia. ¡Gracias por todo!

En cuanto a los aspectos negativos, eché en falta un poco más de intimidad, ya que la familia de los propietarios estaba en la casa durante nuestra estancia. Aunque fueron amables y no nos molestaron, cuando se alquila una casa rural, se espera tener más privacidad.

Sin duda uno de los lugares más bonitos donde nos hemos hospedado jamás! El emplazamiento es simplemente extraordinario, en medio del campo, en la máxima tranquilidad. Además, las habitaciones son amplias, limpias y en sintonía con la decoración rural. disfruté del baño privado con bañera y plato de ducha.

La única queja que tengo es que los días se hicieron demasiado cortos. Quería aprovechar al máximo todo lo que ofrecía el hotel, pero hubo momentos en los que sentí que el tiempo se me escapaba.