Anfitriones pendientes y conocedores de la zona. Perfecto desayuno.- Ófuro en medio de la naturaleza

Honestamente puedo decir que no había nada que no me gustara.

Hemos quedado encantados con nuestra estancia en este lugar. La decoración y limpieza son excelentes, lo cual nos hizo sentir muy cómodos. Además, el trato recibido por los propietarios fue excelente, nos hicieron sentir como en casa. La ubicación también es magnífica, con hermosos paisajes naturales para explorar cerca. Sin duda, disfrutamos de unas vacaciones estupendas en este alojamiento totalmente recomendable.

Aunque nos gustó todo en general, nos hubiera gustado tener la opción de elegir almohadas más bajas. Fue lo único que podríamos mencionar como una pequeña mejora para futuros huéspedes.

Nos encantó nuestra estancia en Caserio Montehermoso. El entorno tranquilo y bonito, junto con los dueños encantadores y sus recomendaciones, hizo que nos sintiéramos bienvenidos desde el principio. La casa estaba impecablemente limpia y cómoda, con una cama y almohadas comodísimas. Los productos de baño de origen natural y el perfume agradable fueron un detalle encantador. También disfrutamos de las toallas grandes y mullidas, así como de la calefacción y la impresionante chimenea. Los desayunos caseros y el encanto de la estancia en general fueron estupendos. Además, el apartamento estaba equipado de manera excelente. Recomendamos encarecidamente este lugar que se preocupa por el medio ambiente. ¡Nos sentimos como en casa e incluso mejor!

No hay nada que no me haya gustado. 😊

Me encantó la decoración cálida y acogedora del estudio, te hace sentir como en casa. Además, tener una chimenea para los días fríos fue genial. El lugar está ubicado entre valles y montañas, lo que te permite disfrutar de la tranquilidad y desconectar completamente. Lo mejor de todo fue la amabilidad de Joana y Mikel, que nos recibieron calurosamente y nos dieron recomendaciones fantásticas sobre qué visitar en la zona. fue genial que aceptaran mascotas, ya que pudimos llevar a nuestro perro y tenían incluso una cama cómoda preparada para él.

Aunque todo fue maravilloso, el único aspecto negativo fue que el jardín de nuestro estudio no estaba justo en la puerta, sino a unos metros de distancia. Hubiera sido más práctico tenerlo más cerca, especialmente cuando salíamos del ófuro y hacía más frío.