Disfruté de unos días magníficos en un lugar tranquilo, desde donde pude hacer paseos relajantes a sitios con encanto. La casona está remodelada con exquisito gusto, conservando su autenticidad. Las habitaciones están bien decoradas y cada una tiene una decoración diferente. Los anfitriones son muy atentos y se preocupan para que te sientas a gusto. Además, el desayuno es delicioso, con productos artesanales y locales.

No me gustó que no hubiera opciones de cena en el lugar.

Hemos pasado un fin de semana maravilloso en la Casona Indiana. Desde que llegamos, los anfitriones nos hicieron sentir como en casa. La habitación Obarenes fue espaciosa y muy limpia, con una cama muy cómoda. La cena y el desayuno fueron deliciosos, con una gran variedad de platos caseros. Además, nos prepararon un picnic para nuestra excursión a La Metrópoli Verde, que fue increíble. La ubicación del hotel es perfecta para explorar La Rioja, Álava y las Merindades. Sin duda, recomendaría este hotel a todos.

El único inconveniente fue que el baño era un poco pequeño y la cama de 1.35 era un poco estrecha para una pareja.