un buen descanso con atención excepcional, personas amigables y comida deliciosa. Nino siempre nos dio buenos consejos y Montse nos sorprendió con platos gourmet. Las vistas son espectaculares. ¡Volveremos pronto!

Precio un poco elevado.

Los dueños del lugar, Nino y Montse, son una pareja excepcional. Son generosos, atentos y nos hicieron sentir como parte de su familia. Montse cocina platos dignos de un restaurante gourmet y Nino nos dio excelentes datos turísticos. Las vistas desde el lugar son espectaculares.

Me sentí acogido en una familia, no tuve ningún inconveniente.

El personal fue amable y correcto, siempre dispuesto a ayudar. La habitación era espaciosa y limpia, con baño privado y televisión. Además, el bar del hotel ofrecía desayunos, comidas y cenas de excelente calidad. La ubicación justo en el Camino de Santiago y en una zona muy pintoresca permitía disfrutar de hermosos paisajes durante la estancia en este hotel.

Nada en absoluto de lo que quejarse.

En este alojamiento, me encontré con los mejores anfitriones, Nino y Montse. Fueron extremadamente amables y atentos durante toda mi estancia. Además, la comida que prepara Montse es de alta calidad, digna de un restaurante gourmet. El hotel cuenta con excelentes vistas hacia una zona pintoresca. Está ubicado justo en el camino, lo cual es muy conveniente para los peregrinos. La limpieza y las instalaciones del hotel también merecen destacarse.

Nada, todo estuvo bien.

Nos alojamos en un hotel en una zona muy pintoresca, justo en el camino. Las habitaciones eran amplias, con baño privado y camas cómodas. contaban con un restaurante donde pudimos disfrutar de una cena exquisita. Sin duda, la ubicación y el servicio fueron dos aspectos destacables de nuestra estancia.

El menú del restaurante era un poco básico y no ofrecía mucha variedad de platos.

Tranquilidad, comodidad, vistas espectaculares! Cámas cómodas, ducha de hidromasaje. Buena ubicación para el Camino de Santiago. Desayuno delicioso y personal amable.

No hay nada que no me haya gustado.

Cocina gourmet. Horario flexible de comidas. Vistas espectaculares. Ambiente del Camino inspirador.

Este hotel ofrece una excelente relación calidad-precio en una zona muy pintoresca del Camino de Santiago. Además, el personal es extremadamente amable y atento, preocupándose por cada detalle para garantizar una estancia agradable. Las habitaciones son cómodas, con baño privado, y el desayuno es delicioso.

Todo estuvo perfecto, sin ninguna queja.

Lo que más me gustó de mi estancia en este hotel fue que las habitaciones eran espaciosas y limpias, con baños privados y televisión. Además, el bar del hotel ofrecía desayunos, comidas y cenas de buena calidad. Otro aspecto positivo fue la amabilidad y corrección del personal, quienes se preocupaban por atender al cliente de la mejor manera posible.

Lo que menos me gustó fue que el precio era demasiado caro para la calidad que ofrecían. En comparación con otros lugares a lo largo del Camino, el precio de una habitación doble en este hotel debería ser mucho más económico.

El personal es excepcional, te hacen sentir como en casa. La comida es digna de un restaurante gourmet. Las vistas son espectaculares.

Estuve feliz, no tengo ninguna razón para quejarme.

Personal amable y atento. Cena deliciosa y casera. Habitación limpia y bonitas vistas a las montañas. Lavadora y secadora disponibles. Buen precio.

Mi estancia inolvidable en El Convento fue muy placentera. El pueblo de Foncebadón es pequeño y los lugares para comer suelen estar sobresaturados en temporada alta, pero Nino hizo que nuestra experiencia gastronómica en el hotel fuera excepcional. Además, el horario flexible de comidas fue muy conveniente, ya que muchos restaurantes en agosto cierran temprano. La habitación era espaciosa y estaba impecable, con un baño propio y una televisión. El bar del hotel también ofrecía desayunos, comidas y cenas, y todos los platos que probé tenían una excelente calidad. Sin duda, lo más destacable de mi estancia fueron Nino y Montse, quienes nos trataron como parte de su familia. Montse, encargada de la recepción y la cocina, nos deleitó con platos dignos de un restaurante gourmet. Por su parte, Nino se aseguró de que nuestra estancia fuera perfecta, brindándonos valiosos consejos turísticos y brindándonos una excelente compañía. Además, el lugar ofrecía unas vistas espectaculares.

Recomiendo este hotel, es total.