mi escapada a Carmona fue aún mejor de lo esperado gracias a Convento Madre de Dios. Las monjitas que te reciben con sonrisas sinceras te hacen sentir como en casa. La paz y el silencio del lugar son inenarrables. ¡Y las capillas son auténticas joyas! ¡Repetiría sin dudarlo!

no hay aire acondicionado en las habitaciones.

Situado en el centro histórico, permite recorrer la ciudad a pie. Monjas amables te reciben con sonrisas y te invitan a visitar sus capillas. Habitaciones cómodas con plato de ducha. Hay sala de estar con televisión. Aparcamiento gratuito cerca.

He estado alojándome en este convento durante 3 meses y he tenido una experiencia maravillosa. El lugar es tranquilo y pacífico, perfecto para relajarse y desconectar. Las monjitas que lo regentan son encantadoras y siempre están dispuestas a ayudar. Las habitaciones son sencillas pero muy cómodas, y la limpieza es impecable. Además, la ubicación es perfecta, cerca de la plaza de San Fernando y de los lugares turísticos del pueblo. Recomiendo este convento sin duda alguna. En definitiva, fue una experiencia inolvidable.

Es un lugar perfecto para pasar unos días de paz y tranquilidad en el corazón del casco antiguo. Las habitaciones son sencillas pero cómodas, con calefacción y ventilador. El personal, compuesto por las amables hermanas Dominicas, está siempre dispuesto a ayudar en todo lo necesario. Además, el hotel está cerca de la plaza principal, donde se encuentran bares y comercios, lo que lo hace muy conveniente para disfrutar de la ciudad.

El wifi puede tener algunas dificultades de vez en cuando.

Nos encantó el trato y la acogida de las Hermanas, quienes nos hicieron sentir como en casa. El ambiente de este lugar, ubicado en el corazón del casco antiguo, es simplemente mágico. Además, el convento cuenta con un precioso patio y una capilla impresionante. vale la pena mencionar que el wifi funcionaba bien y que la limpieza era impecable. Sin duda, volveremos a este lugar para desconectar y disfrutar de su tranquilidad.

No me puedo quejar de nada.

Llegamos al convento por casualidad, buscando algo asequible en Carmona y resultó ser una grata sorpresa. Aunque el precio no es excesivamente barato, considerando que es un convento y la ubicación en Carmona, fue una opción asequible para dos días. El lugar es ideal si buscas tranquilidad, ya que es muy silencioso. Además, la limpieza es impecable y la ubicación es perfecta para recorrer a pie toda la ciudad, con los monumentos y el museo a solo minutos de distancia. El trato de las siete religiosas que trabajan allí es amable y siempre dispuestas a ayudar en caso de dudas o preguntas.

Para ser sincero, nada que no me haya gustado. 😊

Paz y tranquilidad, sonrisas sinceras, hermosas capillas y joyas arquitectónicas, personal amable y servicial, habitaciones limpias y cómodas.

Todo estuvo bien.

Lujo de hospedarse en un convento vivo