La atención al cliente fue excelente, siempre dispuestos a ayudar y brindar información. El desayuno era delicioso, especialmente los pasteles caseros. Además, la limpieza de la habitación era impecable, se realizaba a diario. Las vistas desde la habitación eran impresionantes y no había ruido alguno.

El acceso a Internet en las habitaciones era limitado, lo cual puede ser comprensible debido a la ubicación rural del hotel. Además, las camas resultaron ser un poco incómodas, demasiado duras en mi opinión.

Hemos disfrutado de una estancia maravillosa en un alojamiento rural increíble. La habitación era espaciosa y acogedora, con unas vistas espectaculares al valle. Además, el balcón y el jardín que rodeaba la casa nos permitieron disfrutar de desayunos al aire libre. destacamos la cercanía a las playas de Langre, Loredo, Somo y a la ciudad de Santander, lo cual nos facilitó explorar la zona en nuestras vacaciones. En resumen, recomendaría Costa Trasmiera sin dudarlo.