Mi experiencia en Hotel Resort Cueva Del Fraile fue excepcional. Nos encantó la bella habitación doble con salón y baño impresionante. El personal amable y la encantadora terraza del restaurante son destacables. Aunque la falta de WiFi y cobertura celular puede ser un problema para algunos, para mí fue un lugar perfecto para desconectar y relajarse. Sin duda, recomendaría este romántico hotel para una estancia en Cuenca.

Un ambiente relajado y acogedor con platos típicos y hamburguesas del chef. Perfecto para reuniones de negocios, eventos familiares y cenas románticas. Ideal para familias con niños. Versátil carpa en los jardines. Música y sofisticación en un antiguo claustro. La comida estuvo deliciosa.

Claro, encantada de pagar 8 euros por una loncha de queso de barra.

Mi estancia en este hotel fue como estar en casa, pero rodeada de montañas y con la opción de probar las hamburguesas especiales del chef. Las excursiones por la naturaleza y las cenas románticas en el patio central fueron lo más destacado. Las habitaciones eran amplias y acogedoras, perfectas para leer un libro o ver una película. ¡Incluso encontré un rincón ideal para disfrutar de cenas románticas para dos! Además, ¡mi parte favorita fue disfrutar de la piscina y de la comida típica española en el restaurante junto a la piscina!

¡Me encantó la habitación con sus vigas de madera y las vistas al desfiladero del río Huécar! Era acogedora y perfecta para relajarme con un libro o ver una película. Disfruté mucho de la sensación rústica y la comodidad de la sala de estar.

Quizás preferiría tener una cama doble en lugar de tres individuales, pero entiendo que a otros huéspedes les gustaría la opción de camas separadas.

Pros del Hotel Resort Cueva Del Fraile: La decoración y el patio interior son increíbles, el desayuno super variado, la piscina genial y el personal súper atento y detallista. La ubicación es de ensueño, con un parking gigante y gratis, y con acceso a la ciudad por una carretera asfaltada sin tráfico. ¡Volveré seguro!

Disfrutamos de las completas instalaciones deportivas del cercano Complejo Deportivo Las Mesas, con canchas de frontenis, pádel, fútbol y más, que permitieron pasar momentos divertidos en familia.

A mis hijos les hubiera encantado contar con actividades supervisadas para niños.

Obtuve una excelente relación calidad-precio y la habitación era espaciosa y estaba impecable. La ubicación ofrecía tranquilidad y el personal fue muy atento y servicial, haciendo nuestra estadía muy placentera.

El menú para el desayuno podría mejorarse con opciones más variadas.

En primer lugar, me encantó la ubicación del hotel, rodeado de montañas, lo cual crea un ambiente tranquilo y perfecto para descansar. También fue genial contar con aparcamiento gratuito, lo cual siempre es un plus. Otra cosa que me gustó fue el servicio del personal del hotel, quienes fueron muy atentos y amables durante toda mi estancia. Además, las habitaciones eran cómodas y tenían todas las comodidades necesarias, incluyendo una cama doble y unas vistas impresionantes. Por último, el desayuno fue delicioso, y el personal siempre nos recibió con una sonrisa.

No encontré ningún aspecto negativo en este hotel. Todo estuvo bien.

Esta estancia en el hotel fue una sorpresa muy agradable. El entorno del hotel es realmente hermoso, ubicado en medio de un pinar y rodeado de colinas. Además, ofrece fácil acceso a varios lugares de interés. Las habitaciones son amplias y cómodas, con camas firmes y colchones que invitan al descanso. El servicio del personal es amable y atento, y la limpieza de las habitaciones es excelente. El desayuno buffet es variado y delicioso, con opciones para todos los gustos. se destaca la piscina, amplia y con mucho espacio para disfrutar del sol y relajarse.

Una pequeña desventaja es que las almohadas son demasiado blandas y se notan un poco viejas.

Mi estancia en Hotel Resort Cueva Del Fraile en Cuenca fue excepcional para relajarme con mi bebé de 8 meses. Disfrutamos de la piscina al aire libre, las tumbonas y sombrillas, y las vistas a la cercana ciudad histórica de Cuenca. Los sitios de interés cercanos, como la Catedral de Cuenca y las Casas Colgadas, añadieron valor a nuestro tiempo juntos. ¡Definitivamente volveremos!

El hotel se encuentra en un entorno privilegiado, rodeado de árboles y con vistas a una hermosa terraza ajardinada. La ubicación es ideal, ya que está cerca del centro histórico de la ciudad pero lo suficientemente lejos como para evitar problemas de aparcamiento. El trato del personal fue excelente, tanto en la recepción como en el restaurante. Las habitaciones eran cómodas y limpias, y algunas tenían vistas al jardín, lo cual fue un punto a favor. El desayuno era básico pero adecuado, con una deliciosa tortilla y buen café.

Nuestra estancia fue estupenda, sin ningún problema.

Mi estancia en Resort Cueva del Fraile fue maravillosa. El entorno es precioso y el personal muy amable. Además, cuentan con una buena zona de parking y admiten mascotas por un suplemento. Disfruté mucho de las instalaciones de ocio, como la sala de juegos con ping pong, billar y futbolín. El desayuno también estuvo genial. Aunque no tenían una toma para cargar mi coche eléctrico, el personal hizo todo lo posible para ayudarme y incluso me proporcionaron una reserva en un parking cercano para cargar el coche. Definitivamente lo recomendaría, especialmente para familias con niños.

Todo fue como quería y necesitaba 😊.

Estábamos flipando con las instalaciones deportivas, ¡había de todo! Desde pistas de pádel hasta un campo de fútbol superbueno. Y para rematar, nos pegamos un golpe de golf que fue una pasada, a tope de diversión.

Lo único que le pedimos al hotel es que hubiera discoteca o fiesta por la noche, para los que queremos seguir de fiesta después de un día tan intenso. ¡Eso sería el toque perfecto!

El personal sumamente amable. Instalaciones con buen gusto y muy limpias. El desayuno buffet completo y delicioso. Ubicación perfecta para explorar la ciudad y la naturaleza.

nuestra estancia en cuenca fue maravillosa. el hotel resort cueva del fraile superó nuestras expectativas. el personal fue inmejorable, la habitación preciosa con vistas impresionantes y la comida buenísima. además, nos permitieron llevar a nuestro perro sin ningún problema.

Los olores en la zona donde nos hospedamos fueron desagradables y descubrimos que las llaves de todas las habitaciones estaban accesibles. la recepción no hizo nada al respecto.