Nuestra estancia en El Balcón de Alange fue muy agradable. Nos sorprendió la limpieza del lugar y la amabilidad del personal. Una de las cosas que nos llamó la atención fue que al abrir el grifo, el agua caliente tardó en salir, pero la anfitriona nos explicó que es necesario dejarlo correr un poco para que se caliente. Aparcar en la calle puede resultar un poco difícil, pero en realidad las distancias son mínimas.

Nos encantó nuestra estancia en El Balcón de Alange. La habitación era cómoda y la cama era muy buena. Además, el trato personalizado que recibimos de Carolina, la propietaria, fue excepcional. Nos dio recomendaciones sobre dónde aparcar, qué ver en los alrededores y dónde comer. apreciamos mucho el desayuno, estaba delicioso. En resumen, tuvimos una gran experiencia en este hotel.

Tuvimos un poco de dificultad para encontrar un lugar donde cenar en el pueblo, ya que llegamos tarde en la tarde y el balneario estaba cerrado. Además, las calles del pueblo eran empinadas y no muy fáciles de circular y aparcar.

disfrutamos de un fin de semana en Alange y nos alojamos en El Balcón de Alange. El trato personalizado y las vistas maravillosas superaron nuestras expectativas. El desayuno de calidad y la tranquilidad del lugar fueron aspectos destacados.

Dificultad para aparcar en la puerta.

Lo mejor de mi estancia fue el desayuno, que era de 10, con deliciosos productos caseros. Además, la atención recibida por parte del personal fue constante y amable, siempre dispuestos a ayudar y aconsejar. me encantó la terraza con vistas impresionantes, desde donde pude disfrutar de las vistas al pueblo y al embalse.

En cuanto a lo que menos me gustó, no tiene que ver con el hotel en sí, sino con el pueblo en el que está ubicado. Es un lugar con muchas cuestas y difícil para circular y aparcar.

¡Me encantó que el personal me diera información local y que el hotel tuviera una cocina compartida para no cocinar en vacaciones! ¡Lo peor fue no poder hablar en el salón de desayunos porque nadie quería hacerlo! ¡Qué desconsiderados!

una estancia breve pero muy agradable en Alange. El Balcón de superó mis expectativas con su personal amable y atento, un desayuno casero delicioso y la tranquilidad del lugar. Definitivamente, lo recomendaría a otros viajeros.

Faltaba televisión en la habitación.

La casa rural es bonita, el desayuno es bueno y el ambiente es tranquilo y silencioso. Carolina, la dueña, es muy atenta y amable. El entorno natural es impresionante, con un embalse y vistas maravillosas. Cerca de Mérida, hay muchas actividades por hacer.

Me sentí totalmente como en casa, no tuve ningún inconveniente.