El Gato Gordo - Riders Hostel, Cudillero (España) - Ofertas y Reseñas

Llegué agotado después de caminar 30 km y no podría haber pedido un mejor lugar para quedarme! Me sentí acogido y cómodo de inmediato. Nunca antes había hecho un viaje en solitario, así que estaba encantado con lo interactivo que fueron los anfitriones, Morenz y Ali. ¡Me lo pasé genial conociéndolos y escuchando sus aventuras! Ofrecen muchas actividades divertidas para los huéspedes, ¡así que si te encanta la naturaleza, este es el lugar PERFECTO para hospedarse! Las habitaciones estaban limpias, tienen gatos adorables y ofrecen una amplia selección de alimentos para el desayuno. ¡Sin duda el mejor albergue en el que he estado! La próxima vez que venga a Asturias, ¡seguro me quedaré aquí de nuevo! Detalle personal: Lucia, la bloguera de viajes más torpe, pero feliz de Madrid, España. ¡Jajaja! .

El lugar tiene un trato excepcional y una acogida cálida, en un enclave bellísimo con vistas amplias y maravillosas. Además, el clima mágico que se dio en el grupo que nos juntamos allí aquella tarde-noche fue increíble. cabe destacar que se adaptaron sin problema a mis peticiones e incluso me ayudaron a llegar al lugar cuando mi GPS no funcionaba correctamente. El desayuno incluido en la estancia fue una gran ventaja, especialmente por la variedad y calidad que ofrecían en formato buffet. En general, fue una experiencia maravillosa.

Nada en absoluto de lo que quejarse 😊

Mi estancia en El Gato Gordo fue maravillosa. Me sentí como en casa desde el primer momento. El desayuno era variado y delicioso, y me encantó que ofrecieran clases de yoga por la tarde. Las vistas desde la terraza y el salón eran increíbles, pudiendo ver el mar. me gustó que aceptaran mascotas y niños. Los chicos que llevaban el lugar, Ali y Moretz, eran encantadores y siempre se aseguraban de que no me faltara nada. Sin duda, recomendaría este lugar a otros viajeros que vayan a la zona.

Lo recomiendo.

Me encantó mi escapada a este albergue en la costa asturiana. El ambiente familiar y acogedor es lo que más me gustó. Además, el desayuno variado y abundante es un gran plus para empezar el día con energía. disfruté de las impresionantes vistas y la tranquilidad del entorno, ideal para relajarse y disfrutar del aire puro. La ubicación, aunque un poco alejada de la ciudad, permite disfrutar de la naturaleza y la belleza del paisaje.

Como aspecto negativo, encontré algunas dificultades al llegar al alojamiento debido a las indicaciones poco claras. Además, al ser una casa compartida, sentí cierta falta de privacidad y seguridad, ya que tanto la puerta de mi habitación como la entrada principal de la casa no tenían cerraduras.