Desventajas: Aunque las cosas positivas superan a las negativas, sería necesario mejorar el estado de los colchones y almohadas. También hubo que compartir la piscina con otras personas, lo cual fue un inconveniente. Sin embargo, a pesar de estas pequeñas inconveniencias, recomendaría este hotel en general.

Estuvimos tres días y encontramos lo que buscábamos: tranquilidad y desconexión total. La casa del gallo es amplia, decorada con buen gusto y cerca del pueblo. El personal es muy majo y siempre dispuesto a ayudar.

Me sentí muy contento, no me puedo quejar.

Nos encantó la estancia en las casitas rurales. Todo estaba superlimpio y confortable. Nos transportaron a nuestra infancia con la alacena de la abuela y la cocina al carbón. Sin duda repetiremos.

Me sentí bien atendido, no he tenido ningún inconveniente.

El alojamiento en esta casa rural es muy agradable. Las casitas están limpias, cómodas y acogedoras, con una decoración encantadora que te hace sentir como en casa. Además, el entorno natural en el que se encuentra es tranquilo y relajante, perfecto para desconectar. se destaca la amabilidad del casero, quien se encarga de reponer la leña diariamente y ofrece un excelente trato. Sin duda, una experiencia para repetir.

No obstante, la falta de privacidad es un inconveniente. Las fincas están muy cerca una de la otra, separadas solo por una valla de brezo, lo que limita la intimidad de los huéspedes.