Si buscas desconexión y vivir entre naturaleza, este alojamiento es perfecto. Las vistas al Valle desde su terraza son preciosas. Leticia nos recibió con mucha amabilidad y nos recomendó planes para el finde. La casa es acogedora y muy cómoda, no le falta detalle. Nos quedamos con ganas de repetir. A destacar sobre todo la amabilidad y la atención recibida por parte de Leticia, Jose y su familia. La casa es un encanto, un antiguo pajar totalmente restaurado, con un acabado rústico combinado con elementos de decoración modernos que, en conjunto, la hacen muy acogedora. Está completamente equipada y preparada, tanto de utensilios como de entretenimiento por si, como nos pasó a nosotros, te pilla mal tiempo y hay que quedarse encerrado en ella. Hay que hacer una especial mención a la comodidad de las camas: que te vayas de vacaciones y duermas igual de bien que en tu propia cama no tiene precio. Recomiendo especialmente esta casa a familias que viajan con perro. Buena ubicación y comunicación con propietario. La casa tiene mucho encanto.

Me sentí seguro caminando por la noche, no he tenido ningún inconveniente.

Me fui de vacaciones a un alojamiento en medio de la naturaleza y la verdad es que me gustó mucho. Lo mejor fue la tranquilidad y desconexión que pude disfrutar. Además, las vistas al valle desde la terraza eran preciosas. Otro aspecto que me gustó fue la amabilidad de los propietarios, quienes me dieron recomendaciones sobre qué hacer durante mi estancia. Fue genial estar en un lugar acogedor y cómodo, donde no faltaba ningún detalle. Me quedé con ganas de repetir.

Hubo algunos aspectos que no me gustaron tanto. El principal problema fue el frío que hacía en el alojamiento durante el invierno.