La habitación en El Ribero de Langre era básica pero muy limpia y con una ubicación ideal. Disfrutamos de las hermosas vistas de Santander desde la cama y la tranquilidad de la zona. Además, el dueño Ramón fue muy atento y amable. El desayuno en Loredo, a solo 2 minutos, fue excelente.

La habitación era un poco pequeña y se escuchaban los ruidos de las habitaciones contiguas y del pasillo. Sin embargo, pagamos por la excelente ubicación, así que valió la pena.

Pasamos 5 días en El Ribero de Langre y fue una estancia de 10. La ubicación del hotel es magnífica, con vistas increíbles al mar y cerca de la playa. Aunque no tiene ascensor, eso no supuso ningún problema, ya que la habitación en la que nos alojamos en el primer piso era genial. Contaba con baño y un mini balcón con vistas exquisitas. Además, el hotel ofrece la opción de desayunar por un costo adicional de 6 euros, y nos quedamos con las ganas de probarlo, ya que seguramente sería estupendo. También cuenta con un parking privado gratuito, lo cual es muy conveniente. El trato personal recibido fue extraordinario, nos hicieron sentir como en casa. Sin duda, nos quedamos deseando volver y hacer excursiones por la zona.

Casi perfecto 🤷 Pero el acceso a la playa directamente no es posible debido a un acantilado.

El personal muy atento, desayuno riquísimo con bizcochos caseros, zumo de naranja recién exprimido, yogures caseros, tostadas. Las habitaciones cómodas con buen colchón. Entorno y vistas espectaculares.

Me sentí muy afortunado de haber encontrado este lugar, no tengo ninguna pega.

Nos alojamos en El Ribero de Langre y tuvimos una experiencia maravillosa. Desde el punto más alto del hotel, pudimos disfrutar de vistas increíbles de Santander, la isla de Mouro y las playas de Loredo y Somo. Nuestra habitación era cómoda y acogedora, con una terraza enorme donde hubiera sido perfecto relajarse en verano. El desayuno casero fue delicioso, con tostadas, embutidos, tarta casera y unas tortitas que prepara el dueño. La amabilidad y atención del dueño y su hija fueron destacables. También nos encantó la tranquilidad de la ubicación y la cercanía a las playas y pueblos.

Nada negativo 😊

Disfrutamos de vistas espectaculares, tranquilidad y una habitación cómoda y bonita en El Ribero de Langre. Los desayunos eran deliciosos, con repostería casera y productos naturales. El trato de Ramón y su familia fue excepcional. Además, la playa de Langre, preciosa, está a solo 10 minutos paseando por el acantilado. ¡Volveremos seguro!

Nada de verdad 😊

Mi estancia en El Ribero de Langre fue maravillosa. Pasamos unos días en este hermoso hotel situado en un lugar espectacular. El trato del personal fue impecable, acogedor y servicial. Disfrutamos de un delicioso desayuno con repostería casera, que fue todo un placer para los sentidos. La ubicación del hotel es ideal para pasear al lado del mar y visitar localidades cercanas pintorescas. Desde la terraza pudimos admirar preciosos atardeceres y las vistas al mar eran simplemente impresionantes. Sin duda, una experiencia inolvidable.

el entorno y las vistas increíbles, el trato familiar y acogedor, el delicioso desayuno casero.

Mosquitos molestos algunas noches.

Nos encantó el lugar y la paz que transmitía. La habitación estaba impecable y hermosamente decorada. El desayuno fue una agradable sorpresa, con una gran variedad de opciones y deliciosos productos caseros. El personal fue amable y cercano, brindando un trato excepcional. Definitivamente recomendamos este hotel por su relación calidad-precio y su ubicación con vistas espectaculares.

No hay absolutamente nada que no nos haya gustado 😊

Mi estancia en El Ribero de Langre fue perfecta. La casa estaba impecable y el lugar era ideal para descansar. Las playas de Langre y Somo, así como las piscinas naturales, estaban a poca distancia a pie, lo que significa que no necesité utilizar el coche. El desayuno, casero y delicioso, ofrecía una selección de tartas exquisitas y yogures también caseros. La atención de los dueños fue extraordinaria y las vistas desde mi habitación al mar y a la Bahía de Santander eran impresionantes. La ubicación inmejorable y las vistas desde la terraza eran espectaculares. El desayuno, que era casero y delicioso, merecía un 11 sobre 10. También, el personal era muy amable y aprecié mucho el trato cercano y familiar. El alojamiento estaba muy limpio y la cama era bastante cómoda. El silencio era relajante.

Todo estuvo bien 👍