Relación calidad-precio buena. Habitación y baño limpio. Fácil para aparcar en el parking. Desayuno variado y comidas/cenas del restaurante muy buenas. Personal agradable. Recomiendan rutas para conocer la zona. Vistas espectaculares al monasterio del Salvador. Económico. Vale la pena para instalarse unos días.

Buena ubicación frente al monasterio y en el centro histórico. Decoración agradable y cómodas camas. Excelente desayuno con zumo natural y rica tortilla. Comida del restaurante también recomendable. Ofrecen rutas diarias para conocer la zona.

Mi estancia en El Rincón Del Convento fue maravillosa. El hotel está ubicado en el mejor sitio de Oña, con unas vistas preciosas y un entorno tranquilo. La habitación era bonita y el baño moderno. El desayuno estaba delicioso y el personal muy amable.

El único inconveniente que encontré fue que la habitación era un poco pequeña para el equipaje que llevaba. Sin embargo, esto no arruinó mi experiencia en absoluto.

El hotel estaba muy bien ubicado, cerca de todo en la ciudad. Estaba justo en la plaza principal, lo que era muy conveniente para explorar la zona. La habitación era pequeñita pero estaba bien equipada, y la cama era muy cómoda. Además, el desayuno era delicioso y tenían una terraza donde se podía disfrutar de unas vistas muy bonitas.

Había una falta de comunicación entre el personal del restaurante, lo que a veces afectaba el servicio.

La ubicación es perfecta, al lado del monasterio y en un entorno precioso. Los propietarios son amables y dan buenas recomendaciones sobre qué visitar. Las habitaciones son bonitas y cómodas. El desayuno es completo y de buena calidad. Volveremos sin duda.

Céntrico y acogedor, con impresionantes vistas a la montaña y al monasterio. La comida casera es abundante y deliciosa, especialmente los flanes de coco y queso. Los desayunos son completos y personalizados. La habitación está bien decorada y el baño está limpio y bien equipado.

La ubicación perfecta y la atención que nos prestaron durante los tres días de estancia fue magnífica. Disponen de restaurante con buena calidad y precio. Viajábamos en motocicleta y nos ofrecieron un local para guardarlas sin ningún coste. Además, nos facilitaron rutas y mapas para explorar la zona, superando incluso a una oficina de turismo. El desayuno y la cena fueron buenísimos y a un precio muy razonable. Aunque el edificio no tiene ascensor y las escaleras pueden ser dificultosas para personas con insuficiencia cardíaca, el resto de la estancia fue muy cómoda. El personal fue bastante agradable y nos sentimos tranquilos y en silencio por las noches, a pesar de estar en el centro del pueblo. En general, recomendaría este hotel.

Me encantó hospedarme en esta encantadora casa rural. El edificio, una antigua farmacia del siglo XVIII, ha sido restaurado con mucho encanto. Las habitaciones son preciosas, algunas con techos abuhardillados, y las camas son muy cómodas. La limpieza es impecable y el personal es amabilísimo. Siempre dispuestos a dar consejos sobre lugares para visitar y proponer excursiones alternativas. El desayuno es completísimo y a un precio muy económico de 4 euros. Además, ofrecen un menú del día casero y de calidad. Mi estancia fue realmente agradable.

Por supuesto que lo recomiendo.

La ubicación del hotel es excepcional, justo enfrente del Monasterio y rodeado de hermosas huertas. Me encantaron las recomendaciones de los dueños, especialmente las rutas a Oña, Tobera, Frias y el valle de Tobalina, así como a Poza de la Sal, Sedano y Orbajena del Castillo. Las habitaciones tienen encanto y están limpias, y el restaurante del hotel ofrece una deliciosa comida. El personal es amable y servicial, brindando toda la información que necesitas. A pesar de algunos pequeños detalles en la habitación, me quedé satisfecho con mi estancia. En general, recomendaría este hotel.

Excelente ubicación, habitación limpia y cómoda, hermosa vista desde la ventana, dueños encantadores y atentos, desayunos de lujo, tapas increíbles.

Tuve una estancia excelente en El Rincón Del Convento. La ubicación en el centro de Oña es perfecta, con el antiguo Monasterio de San Salvador justo enfrente. La habitación era limpia y cómoda, con camas muy confortables. Además, desde la ventana panorámica se podía disfrutar de una vista increíble de la plaza, el monasterio y el Desfiladero del Oca. La tranquilidad y paz que se respiraba en el hotel eran inmejorables. Los dueños fueron muy amables y atentos, brindándonos consejos sobre los lugares y actividades de la zona. El bar-restaurante en la planta baja ofrecía deliciosas tapas, especialmente la tosta de jamón y foie con cebolla caramelizada. También me gustó mucho la limpieza de la habitación y la comodidad, así como disponer de artículos de aseo en el baño, como maquinilla de afeitar y cepillo de dientes.

El armario de la habitación era un poco triste, faltaban más perchas y una repisa para colocar la ropa. Además, noté algunas telas de araña en la habitación y en el baño.

El alojamiento fue agradable y cómodo. La habitación era pequeña pero suficiente para una noche. El desayuno incluido fue bueno, especialmente los huevos con bacon. Además, disfruté de la ubicación central del hotel, lo cual fue conveniente para explorar el entorno.

Hubo algunos aspectos negativos durante mi estancia. Primero, el camarero que nos atendió en la cena fue irrespetuoso y grosero.

Estupenda relación calidad-precio. Habitaciones bien decoradas y buenas camas. Desayuno por cuatro euros estupendo, buenos productos caseros: tostadas, zumo de naranja natural, bollería, tortilla de patata recién hecha buenísima. Tienen restaurante con una carta no muy extensa pero los platos están ricos y bien presentados. El sábado por la noche lo tenían lleno, por lo que es recomendable reservar.

Me encantó la decoración elegante y rústica de las habitaciones en El Rincón Del Convento, a pesar de ser pequeñas. El colchón era comodísimo y me gustó mucho que tuvieran cepillo de dientes. Además, el personal fue encantador y siempre dispuesto a ayudar. El bar y restaurante ofrecían unas deliciosas tapas a elegir durante la hora del aperitivo, lo cual es poco común en el norte. La comida y el desayuno eran buenísimos. También fueron muy honestos, ya que hubo un pequeño error en la cuenta que nos informaron y compensaron al día siguiente. Nos proporcionaron un mapa con una ruta muy agradable para hacer. Llevaba mucho tiempo queriendo ir y ha merecido la pena.

De verdad que lo recomiendo.

Dueños amables y hospitalarios.

Nada negativo.