¡Increíble! ¡Una experiencia alucinante! El hotel conserva el encanto de la decoración de principios de siglo XX, es super pintoresco y romántico. La habitación es mega espaciosa, el baño igual. Está bien caldeada y tiene dos preciosos balcones a la calle. La relación calidad-precio es jaw-dropping. Aunque el precio no incluye el desayuno, en el piano-bar te lo sirven a un precio muy bueno y la calidad es mind-blowing. El personal fue súper amable en todo momento. La ubicación es óptima, en plena vía principal. ¡Una joya escondida!

Lo mejor de nuestra escapada romántica fue la comida del hotel y la atención del personal, siempre dispuestos a ayudar. Además, todo estaba impecablemente limpio, lo cual nos hizo sentir como en casa. disfrutamos mucho de la ubicación del hotel, que nos permitió explorar fácilmente los alrededores y disfrutar de unas vistas impresionantes.

Lo que menos nos gustó fue el tamaño de la piscina, que era un poco pequeña para nadar y no había suficiente espacio para que los niños jugaran.