Silencio, desayuno completo, trato ameno, entorno bonito, como en casa, atención de Luis espléndida.

Todo fue fantástico.

Qué maravilla! Desde la ubicación hasta el interior, todo fue perfecto en Finca El Remanso Hostal. Nuestro anfitrión, Luis, fue increíblemente amable y nos guió en todo momento. Nos sentimos como en casa y esperamos volver pronto. Además, agradezco a Carla por el Colacaco todas las noches. El lugar es tranquilo, cerca de nuestro destino y a un precio razonable. Disfrutamos del senderismo, los pueblos hermosos, los días de playa y la deliciosa gastronomía de la zona, todo gracias a la ayuda de Luis.

Lo que más apreciamos fue la ayuda y los consejos de Luis para disfrutar de nuestra estancia. Nos aconsejó y ayudó a planificar nuestro tiempo en la zona, lo cual se agradece mucho. El desayuno era muy completo y la habitación era amplia, cómoda y estaba muy limpia. Sin duda, un alojamiento totalmente recomendable.

Me sentí como si estuviera visitando a la familia, no tengo ninguna queja.

El lugar tiene una ubicación privilegiada, rodeado de naturaleza y con rutas senderistas cercanas. Las habitaciones son cómodas y bien equipadas, con baños amplios y privados. El propietario es amable y ofrece excelentes recomendaciones sobre qué hacer y visitar en la zona. El desayuno es delicioso, con productos locales y caseros.

No hay acceso WiFi en las habitaciones, solo por cable.

Mi estancia en Finca El Remanso Hostal fue maravillosa. La tranquilidad de la finca y el entorno natural que la rodea es increíble. Además, el desayuno variado y cuidado fue delicioso. La atención por parte de Luis, el propietario, fue excepcional. Se nota que disfruta de su trabajo y transmite su amor por Mondoñedo y la comarca. Incluso pudimos llevar a nuestros perros, quienes también disfrutaron mucho de la finca y los alrededores. ¡Sin duda volveremos!

Nada que me haya disgustado. 🙂

El trato excepcional de los propietarios de Finca El Remanso fue lo más destacable de nuestra estancia. Nos hicieron sentir como en familia desde el momento en que llegamos. Las habitaciones eran estupendas y el desayuno delicioso, con mermelada casera y tostadas de pan de hogaza. Además, el entorno natural era espectacular, perfecto para disfrutar de la tranquilidad. Nuestro hijo quedó encantado con la perrita Ronda. Agradecemos enormemente a los propietarios por su amabilidad y atención. Sin duda, volveremos.

Genial y amable trato, atención familiar, opciones de visita indicadas, comodidad y facilidades para llevar a nuestro perro a la playa, desayunos espectaculares.

Me sentí realmente bien recibido, no tengo ninguna razón para quejarme.

Habitaciones separadas y baño privado. Jardín precioso y aparcamiento.- Anfitrión amable y servicial

Nada, todo fue maravilloso.