Lo mejor de mi experiencia en este lugar fue la ubicación, ya que estaba apartado de las grandes ciudades y resorts turísticos. Además, la tranquilidad que se respiraba era increíble. También me encantó la piscina exclusiva, desde donde pude disfrutar de unas vistas impresionantes de toda la costa norte.

Lo peor fue que no había personal disponible ni en el check-in, ni durante toda la estancia, ni siquiera en el check-out. Tampoco había nadie a quien preguntar por lugares cercanos o para que me enseñaran las instalaciones.

La ubicación del alojamiento es ideal, rodeado de plataneros y con fácil acceso a una playa impresionante. La habitación estaba impecable cuando llegamos, con una decoración preciosa. Además, las instalaciones incluyen una piscina infinity con vistas al mar, perfecta para relajarse.

Hubo problemas de ruido en la villa de abajo, ya que se podía escuchar todos los pasos y movimientos de la villa de arriba. Esto resultó ser molesto e incómodo durante nuestra estancia.

El entorno natural de este alojamiento es impresionante, con vistas espectaculares que te dejarán sin aliento. Además, los jardines y rincones están muy bien cuidados, creando un ambiente encantador.

Hay que ser consciente de que la relación calidad-precio no es la mejor, ya que no se ofrece limpieza diaria ni reposición de toallas. Esto puede resultar incómodo para aquellos que buscan un servicio más completo durante su estadía.