La habitación era muy amplia, con camas cómodas y vistas estupendas hacia el río. Se agradece la disposición de dos lavamanos en el baño, ideal para que dos personas se preparen al mismo tiempo. Sin embargo, la moqueta puede generar ruido; hubo momentos en que los visitantes no eran muy cuidadosos. La limpieza fue impecable, aunque encontramos un pequeño descuido en el mantenimiento. Las ventanas no se podían abrir, lo que ayudó a la entrada de mosquitos. La temperatura de la habitación era agradable, pero el control del clima podría ser más intuitivo.

Hotel encantador, habitación encantadora con vistas espectaculares al río y un desayuno correcto que hace que el comienzo del día sea muy agradable.

Todo fue maravilloso.

Un lugar perfecto para disfrutar de Zaragoza a pie

El hotel se encuentra a solo 500 metros del Parque del Agua, lo que me permitió disfrutar de paseos relajantes junto al río y fácil acceso a otras atracciones como La Catedral-Basílica de Nuestra Señora del Pilar, que está a menos de 3 kilómetros, así como al Palacio de la Aljafería. Sus amplias habitaciones y su buena insonorización me ofrecieron un descanso reparador después de mis exploraciones por la ciudad, pero me pareció un poco elevado el precio del aparcamiento en comparación con las opciones cercanas.

Las instalaciones son una maravilla, todo muy limpio y bien cuidado. La piscina es un sueño, ideal para relajarse después de un día de exploración. El personal es encantador, siempre dispuesto a ayudarte con una sonrisa.

Insisto, este lugar es super recomendado! 😊❤️

Las vistas desde la habitación son impresionantes, realmente hermosas.

Las vistas desde la habitación son impresionantes, tanto de día como de noche, y la amplitud de los espacios proporciona una sensación de confort. La amabilidad del personal en recepción se agradece. Sin embargo, la habitación tuvo problemas con mosquitos que arruinaron la noche y la conexión con el centro es un poco distante. La piscina es un buen toque para refrescarse. Aunque el servicio de cocina parece limitado, el personal intenta hacer lo mejor posible. Una experiencia mixta.

una experiencia inolvidable en el hotel hiberus: vistas espectaculares, atención impecable y un entorno tranquilo para disfrutar de unas vacaciones perfectas

Vistas increíbles, atención excepcional y comodidad total.

Las vistas desde la habitación son impresionantes, te dejan sin aliento. Además, la piscina es un gran plus y el compromiso medioambiental se nota en cada rincón.

El espacio del hotel me hace sentir más en un pabellón que en un lugar acogedor.

Ubicación excelente, a un paso do bus. Habitaciones cómodas con vistas que dan paz e relax. Algo de limpeza que mellorar, bañera un pouco sucia. Personal amable, pero un pouco despistados. Prezo do aparcamento un tanto elevado. Ducha con vistas incrible, pena que a piscina non estaba lista.

Buena limpieza y atención, pero falta mantenimiento y el desayuno es caro.

La habitación era muy espaciosa y cómoda, pero el aire acondicionado hacía ruido. El servicio de alquiler de bicicletas estaba bien.

El personal es súper amable y siempre están dispuestos a ayudar. Las habitaciones son amplias, cómodas y tienen unas vistas preciosas del río.

No fue barato, pero se puede aceptar el precio por la calidad que ofrece.

Personal excepcional

Me impresionó la amabilidad y eficacia de todo el personal, desde las camareras de habitación hasta el personal de recepción, todos demostraron una profesionalidad increíble. Sin embargo, considero que el precio del desayuno es un poco elevado y podría ser mejorado. A pesar de eso, la experiencia fue maravillosa gracias al trato excepcional del personal.

Una experiencia inolvidable en el hotel hiberus

El hotel Hiberus de Zaragoza nos ofreció un refugio excepcional. Destacamos la amabilidad del personal, siempre atento y dispuesto a ayudar. Las habitaciones son amplias y silenciosas, con camas que garantizan un descanso perfecto. Aunque el desayuno es algo costoso, la calidad es inigualable. ¡Repetiremos sin duda!

Qué experiencia tan increíble tuvimos en este hotel! El personal fue súper amable y profesional, especialmente Ángel, que nos ayudó mucho al recomendarnos restaurantes y cómo conseguir un taxi en la ciudad. La habitación era enorme y estaba muy bien equipada, con una cama fantástica donde dormimos como bebés. El desayuno en la habitación estuvo genial, ¡con platos calientes hechos al momento como huevos con bacon!