La ubicación es perfecta para disfrutar de paseos tranquilos cerca del río. Las habitaciones están reformadas y son amplias, limpias y cómodas. El personal de recepción es muy amable y nos dio todas las explicaciones necesarias sobre el funcionamiento del monasterio. El exterior del monasterio es muy bonito. Además, el desayuno completo por 4,50€ es una opción muy recomendable. También se puede visitar el interior del monasterio, lo cual es una experiencia interesante.

Me sentí como acogido en una familia, no me puedo quejar.

El lugar es espectacular, las habitaciones son cómodas y espaciosas, y el baño está totalmente nuevo. Mucha paz al levantarse y el personal es encantador, siempre intentan facilitar todo al máximo posible. La visita al monasterio es imprescindible, es muy amena y el lugar es precioso. En los alrededores hay varios pueblos y actividades para hacer a lo largo de la ribera del Duero. Sin duda, volvería.

Me sentí muy bien atendido, no tengo ninguna razón para quejarme.

Las instalaciones del hotel son modernas y elegantes. La habitación en la que me alojé tenía una cama de matrimonio enorme y muy cómoda. Todo estaba impecable, desde el baño amplio hasta las sábanas y mantas suaves y esponjosas. El personal fue muy amable, en especial Leticia, quien solucionó rápidamente un problema que tuvimos con la habitación. Además, el desayuno fue simplemente perfecto, ofreciendo una amplia variedad de opciones tanto dulces como saladas. La ubicación del hotel fue muy conveniente, ya que se encontraba justo al lado del monasterio y era fácil llegar desde el ferry en Santander.

Nada de verdad.

Gran hotel con comodidades. Habitaciones amplias y limpias. Personal amable. Localización perfecta para escapada tranquila

Nuestra estancia en Hospedería Monasterio de La Vid fue fantástica. Las habitaciones son amplias y limpias, lo que nos brindó tranquilidad durante nuestra estancia. El personal fue amable y servicial, siempre dispuesto a ayudar. Además, el desayuno era suficiente y delicioso, con una buena variedad de opciones. Definitivamente vamos a repetir nuestra visita en el futuro.

Aunque en general tuvimos una experiencia positiva, hubo un par de aspectos que podrían mejorar. Además, tuvimos problemas con el estacionamiento, ya que nuestro auto fue golpeado y no se tomó ninguna acción al respecto.

Personal encantador, habitaciones cómodas y espaciosas, baño todo nuevo. Mucha paz al levantarse. Imprescindible visita al monasterio y actividades en la ribera del Duero. Volveremos sin dudarlo.

El hotel está situado en una ubicación ideal, cerca del ferry de Santander, lo que lo convierte en una excelente opción para los turistas extranjeros. Además, el río que atraviesa justo al otro lado de la entrada crea un ambiente tranquilo y hermoso. Las habitaciones son amplias y cómodas, con camas gigantes y todos los detalles necesarios. El servicio es amable y atento, como lo demuestran los comentarios positivos de los huéspedes. Además, el desayuno ofrece una variedad limitada pero suficiente para empezar el día con energía.

¡Qué gran sitio, todo un descubrimiento! Las habitaciones amplias, modernas y decoradas sin excesos, ideales. El desayuno bueno, abundante y variado. Lo que más me gustó fue el lugar, ese gran bosque de pinos interminable junto al río Duero, idílico. Perfecto para disfrutar de unos días de paz, naturaleza y buen vino. Además, el personal amable y atento, se preocuparon por las alergias alimentarias y tuvieron todo en cuenta.

Recomendaría a todos este lugar.

Este hotel realmente me sorprendió con su excelente relación calidad-precio. Las habitaciones son amplias y están decoradas con buen gusto, con balcón y vistas al río justo en la entrada. Además, el desayuno es completo y a un precio muy razonable. También, el personal es amable y atento, como se menciona en una de las opiniones anteriores, mostrando una gran atención a los detalles. Definitivamente recomendaría este hotel a quienes buscan un lugar tranquilo y acogedor.

Todo estuvo bien, ¡no tengo ninguna queja!

Mi estadía en esta hospedería fue simplemente maravillosa. El sitio es precioso, con una reforma excelente que le ha dado un aire de comodidad de 5 estrellas. Las habitaciones son espaciosas, las camas son cómodas y todo está impecablemente limpio. Además, el personal de recepción fue muy amable y atento, brindando un trato excepcional. También debo destacar las instalaciones del hotel, las cuales son modernas y están en perfectas condiciones. El desayuno fue variado y de calidad, y el buffet ofreció una gran selección de opciones deliciosas. Por último, quiero mencionar que el hotel cuenta con estacionamiento, lo cual fue muy conveniente para nosotros. Además, su ubicación junto al río y su fácil acceso al ferry de Santander nos permitió disfrutar aún más de esta hermosa zona.

Nada, ninguna queja. Todo fue perfecto durante mi estancia en este hotel.

El alojamiento en este edificio histórico fue un auténtico privilegio. Las habitaciones son amplias y la limpieza es excepcional. El personal es muy amable y el lugar es tranquilo. La hospedería está decorada con buen gusto y es acogedora. Cuenta con toallas de tamaño normal y la cama es cómoda.

Me sentí muy cómodo, no tengo ninguna queja.

Personal amable , habitación cambiada, entorno increíble, visita guiada al monasterio, ambiente tranquilo, reformas en habitaciones.

No hay nada que no me haya gustado.

El hotel tiene una ubicación privilegiada, justo al lado del río y a poca distancia del ferry de Santander. Las habitaciones son amplias y bonitas, con baños cómodos y toallas de tamaño normal. El personal es amable y el desayuno, aunque escaso al principio, mejoró con el tiempo. se puede disfrutar de la tranquilidad y la ausencia de ruidos, lo que te deja con ganas de repetir. Además, las instalaciones están decoradas con muy buen gusto.

Aunque la ubicación es ideal, se echa de menos tener un restaurante o bar en la hospedería.

Amplias y cómodas habitaciones con todo lo necesario. Completo desayuno. Buena ubicación y tranquilidad para visitar la zona. Restaurante con chuletones excelentes. Bonito edificio en monasterio con piscina. Todo estupendo y impecable.

Estuve hospedado en Hospedería Monasterio de La Vid durante dos noches para disfrutar de la tranquila zona y los alrededores. El desayuno era simple pero suficiente, con zumo, tostadas, bollería, fruta, embutidos y café. La habitación era amplia, limpia y bien amueblada, con vista al exterior. Las habitaciones eran impresionantes, con camas grandes de 2,30 cm de ancho, ventanas grandes que daban a un patio ajardinado, televisión, aire acondicionado y minibar. El baño también era espacioso y limpio, con amenities para dos personas. Todo fue espectacular y el personal fue encantador. Además, el entorno era perfecto para pasear con bebés o niños pequeños.

De verdad que lo recomiendo.