Nos encantó la ubicación tranquila y aislada de este hotel. Está alejado del tráfico y el ruido, lo que nos permitió disfrutar de un ambiente limpio y tranquilo. Además, las vistas desde el hotel son impresionantes, especialmente de noche. El edificio tiene un encanto antiguo pero ofrece comodidades modernas, como una calefacción excelente. Tanto la cena como el desayuno en el restaurante fueron deliciosos y el personal fue amable y servicial. destacamos la limpieza de las habitaciones y los amplios espacios tanto en la habitación como en el baño.

No había nada que no nos gustara.

Este hotel es simplemente increíble. Primero, mencionar la ubicación es impresionante. Está situado en lo alto de una montaña, lo que ofrece vistas espectaculares de la zona circundante. Incluso hay un mirador fantástico al que se puede acceder desde el hall del hotel. ¡Es como estar en el cielo!

Todo genial!

Nos alojamos en un encantador edificio antiguo con una excelente calefacción. Disfrutamos de deliciosas cenas y desayunos en el restaurante, donde el servicio fue impecable. Nuestra habitación era acogedora y tenía una vista impresionante. Además, pudimos aprovechar las instalaciones, como la cafetería y la terraza. Sin duda, una opción perfecta para una escapada tranquila y relajante.

Nos hubiera gustado tener más opciones de comida y bebida disponibles en el hotel.

mi segunda estancia en el cabaco fue aún mejor. el personal fue amable y atento, y la comida del restaurante fue excelente. definitivamente regresaré para disfrutar de la paz y la belleza del lugar.

Almohadas demasiado delgadas.

Tuve una experiencia maravillosa en Hospedería del Santuario de la Peña de Francia. La tranquilidad y la magia del lugar son inigualables. Estar situado en lo alto de una montaña junto al santuario católico más elevado del planeta, a 1.727 m de altura, es algo realmente especial. Durante la noche, salir del hotel y encontrarse solo con el cielo estrellado es una experiencia única. Además, el personal fue extremadamente amable y atento, especialmente Felipe, el dueño, quien nos hizo sentir como en casa. Sin duda, este lugar es perfecto para aquellos que buscan desconectar y conectarse con emociones más profundas.

No puedo quejarme de la propiedad de ninguna manera. 👍