las vistas de la montaña y las estrellas por la noche fueron increíbles. La dueña fue encantadora y el almuerzo estuvo delicioso. El apartamento era fresco sin necesidad de aire acondicionado.

Mi estancia en Hostal La Muntanya fue simplemente perfecta. Pasé unos días maravillosos en este encantador lugar. El personal fue extremadamente amable y servicial, y el dueño, Ferran, se aseguró de que no nos faltara de nada. Las habitaciones eran muy limpias y cómodas, con camas increíbles para descansar. El restaurante del hotel ofrecía deliciosa comida tradicional en abundantes cantidades. Además, la ubicación en el centro del pueblo era perfecta.

Insisto, este lugar es super recomendado.

El personal fue muy atento y amable con nosotros, nos hicieron sentir como en casa durante toda nuestra estancia. Además, nos dieron excelentes recomendaciones sobre lugares para visitar en las montañas.

Para nosotros fue ideal.

El desayuno fue satisfactorio, con una buena selección de alimentos. La ubicación del hotel es perfecta, cerca de las pistas de esquí y rodeado de un paisaje espectacular. Además, el personal fue muy amable y servicial durante toda nuestra estancia.

El wifi en nuestra habitación no funcionaba correctamente, lo cual fue un inconveniente. Además, encontramos que el precio de la comida era un poco elevado y la accesibilidad a las habitaciones no era la más cómoda.

Trato amable, baño amplio, cama cómoda, desayuno completo, cena abundante, buena ubicación, personal agradable, comida casera.

Nada, todo fue genial.

El hotel está ubicado en las montañas, rodeado de naturaleza y fuentes del río Llobregat, que se encuentran a 10 minutos caminando. El lugar es perfecto para disfrutar de actividades al aire libre. Además, la ubicación en el centro del pueblo es muy conveniente. Las instalaciones del hotel son completas, con habitaciones espaciosas que cuentan con armarios y terrazas. La cama es amplia y cómoda, lo cual garantiza un buen descanso. El baño también es amplio y cuenta con todo lo necesario. El desayuno es delicioso y ofrece productos locales como embutidos, quesos, mermeladas y mantequilla. El personal del hotel es muy amable y hace que te sientas como en casa.

No tengo nada negativo que decir.

Fui a Castellar de N'Hug por un fin de semana de desconexión y disfruté mucho de mi estancia en este encantador hostal. El personal fue extremadamente amable y nos sentimos como en casa desde el primer momento. La ubicación en la montaña y la cercanía a las fuentes del Llobregat hicieron que nuestras caminatas fueran increíbles. La comida, tanto los desayunos como las cenas, estaban deliciosas, especialmente las pizzas caseras. Además, la habitación era muy acogedora, con una cama grande y cómoda, perfecta para descansar después de un día de aventuras.

Recomendaría a todos este lugar.

Me encantó la ubicación del hotel, justo en el centro del pueblo. Además, me sorprendió gratamente la limpieza y orden de las habitaciones. Pero lo que más disfruté fue el desayuno, con deliciosas tostadas y embutidos de la zona. me gustó mucho el trato del personal, quienes fueron muy amables y atentos.

No me gustó el precio de las bebidas en el bar. Me pareció excesivo pagar tanto por un zumo de melocotón abierto y una botella de agua.

Nosotros hemos pasado cuatro días estupendos en este hotel. El pueblo es precioso, rodeado de un paisaje espectacular y cerca de las pistas de esquí. El hostal es bonito, limpio y cuidado, con habitaciones luminosas y baños amplios. La comida es deliciosa, abundante y de la región. Pero lo mejor de todo es la amabilidad y atención del anfitrión. Nos hicieron sentir como en casa y el servicio fue espectacular.

No dudaría en recomendar este hotel.

Me gustó la ubicación del hotel, ya que estaba en el centro de la población y esto facilitaba el acceso a diferentes lugares. Además, la habitación estaba muy bien, era cómoda y ordenada. disfruté mucho del desayuno, especialmente de las tostadas con mantequilla, que eran deliciosas.

Lo que no me gustó fue que la habitación era un poco pequeña, aunque al ir solo no me importó demasiado. Además, eché en falta una sala comunitaria confortable para poder relajarme en caso de estar varios días en el hotel.

El ambiente familiar en este hotel es inmejorable. El personal es encantador y nos hicieron sentir como en casa. Además, las habitaciones son cómodas y las camas son muy confortables. La comida casera y abundante también fue otro punto destacado. Por último, la ubicación en las montañas brinda unas vistas increíbles y la tranquilidad que buscábamos.

Nada de nada.

Además, el personal fue muy amable y acogedor, y la habitación estaba equipada con calefacción y una cama grande y cómoda. disfruté de los desayunos y cenas caseras, especialmente las deliciosas pizzas.

Me sentí un poco incómodo por la falta de sillas en la habitación, ya que solo había una para dos personas.