Personal amable y atento. Cama cómoda. Toallas suaves. Ubicación tranquila. Encanto del antiguo palacio.

Me sentí muy seguro, no tengo ninguna queja en absoluto.

La ubicación es perfecta, lejos del bullicio de la ciudad pero de fácil acceso. Además, es un lugar tranquilo y con fácil aparcamiento. Las instalaciones son encantadoras, con una impresionante terraza donde se puede disfrutar de una bebida relajante. el desayuno es estupendo, con una amplia variedad de opciones deliciosas.

En cuanto a la privacidad, había una falta de cortinas en las puertas del baño que permitía que se viera el interior desde la habitación. Este aspecto podría resultar incómodo para algunas personas.

El trato del personal y el ambiente del palacete son insuperables. El restaurante en terraza es una delicita en verano.

Me sentí súper relajado, no tengo ninguna pega.

Experiencia única en plena naturaleza

Nos encantó el personal muy amable y servicial. La cama en la habitación era cómoda y nos permitió descansar adecuadamente. Además, el hotel cuenta con un bonito edificio histórico que le añade encanto y carácter. También apreciamos el hecho de que tenían aparcamiento gratuito, lo cual es muy conveniente.

Ubicación tranquila y apartada, fácil de aparcar. Encanto de hotel antiguo. Instalaciones y terraza estupendas. Desayuno y trato del personal excelente.

No hay nada que no me gusta.

Me encantó el encanto histórico del lugar, al hospedarme en un palacio rehabilitado. El personal fue muy atento y amable, y las habitaciones tenían mucho encanto. Además, me fascinó la ubicación en la cuenca del Nalón, con hermosos paisajes naturales a mi alrededor. También disfruté de la terraza al aire libre, donde pude relajarme y disfrutar de una bebida.

No quedé satisfecho con ciertos aspectos de mi estancia. Las habitaciones eran demasiado pequeñas y la limpieza dejaba mucho que desear.

Empleados amables. Terraza agradable. Desayuno completo. Buena ubicacion. Toallas suaves.