Vistas al santuario, majestuoso y limpio. Parkin gratis. Acessible para todos. Un bar justo al lado. 🙌

Nos hemos alojado en un hotel que está muy cerca de una iglesia impresionante. La ubicación era perfecta, ya que estábamos al lado de la Basílica de San Ignacio de Loyola. Además, el entorno del hotel era encantador, rodeado de montañas y mucha tranquilidad. La habitación en la que nos quedamos era moderna y cómoda, con todas las comodidades necesarias. Además, el personal del hotel era muy simpático y atento, siempre dispuesto a ayudar. tuvimos la suerte de tener un parking gratuito al lado del hotel, lo cual fue muy conveniente.

El único aspecto negativo que encontramos fue el ruido que se escuchaba en el hotel. Podíamos escuchar conversaciones y pisadas tanto desde el pasillo como de las habitaciones colindantes.

La ubicación junto a la Basílica de San Ignacio de Loyola y los jardines es fantástica. Si vas con niños, es ideal porque puedes disfrutar de un bonito recorrido al lado del río hasta el pueblo. Además, desde allí puedes moverte fácilmente a otras poblaciones. El entorno es tranquilo y muy inspirador, se respira paz. El edificio del hotel es bonito y las habitaciones, aunque simples, están limpias.

Nada, todo estuvo bien. 👍

Este encantador hotel se encuentra en una ubicación perfecta, cercana a la iglesia de Loyola. Las habitaciones son tranquilas y espaciosas, con maravillosas vistas. Además, cuentan con una zona apartada de reflexión. El personal es servicial y atento, ofreciendo precios especiales para peregrinos y siendo "bike-friendly". se destaca la amabilidad del personal de recepción y la disponibilidad de un parking en el hotel.

Sería conveniente que se mejoraran las indicaciones para llegar al hotel y que se instalara aire acondicionado, ya que en días de calor puede ser incómodo.

estuvimos encantados con nuestra estancia en azpeitia. la ubicación del hotel al lado del santuario de loyola es impresionante y las vistas son increíbles. la amabilidad del personal fue lo mejor, se preocuparon por solucionar un problema de calefacción y nos compensaron con un delicioso desayuno. un detalle que apreciamos mucho.

Calor insoportable en la habitación.

Mi estancia en el Hotel Arrupe fue maravillosa. Estuvimos allí durante nuestra peregrinación por el Camino Ignaciano y la ubicación junto al Santuario de Loiola fue simplemente perfecta. El chico que nos hizo el check-out fue excepcionalmente amable y nos ofreció desayunar en el buffet del hotel, una tradición para los peregrinos. Además, nos permitieron dejar nuestro equipaje en consigna de forma gratuita hasta que regresamos. La habitación era limpia, agradable y cómoda, y el personal de recepción era muy amable. disponíamos de parking en el hotel, lo cual fue muy conveniente. En resumen, tuvimos una estancia muy agradable en un entorno idílico.

Recomiendo este hotel, es total.