La elección perfecta para una excursión de fin de semana en Santander con una buenísima relación calidad precio. La habitación era muy bonita.

La habitación era amplia y limpia, además la cama cómoda. El desayuno es increíble y muy completo.

No fue barato, pero vale la pena.

El personal es absolutamente increíble y siempre te reciben con una sonrisa. La habitación era un auténtico refugio, silenciosa y con una cama tan cómoda que no quería salir de ella. La decoración original de cada rincón le da un toque especial que enamora desde el primer momento.

No dudaría en recomendar este hotel 😊❤️

la magia de la cordialidad, un desayuno exquisito y una habitación amplia en el hotel art santander que no olvidaré

Excelente atención, ubicación ideal, desayuno delicioso.

Excepcional experiencia, excepcional comodidad con una habitación amplia y acogedora que contaba con café de cápsulas y un desayuno exquisito con muchas opciones para empezar bien el día.

No hay nada que no me haya gustado.

Trato excepcional en un entorno complicado

La amabilidad del personal de recepción fue notable durante nuestra estancia en Hotel Art. Sin embargo, la habitación tenía un fuerte olor y mucha humedad, lo que afectó nuestra comodidad. A pesar de esto, la vista desde la altura y la tranquilidad del lugar son aspectos a destacar.

Las vistas a la bahía desde la terraza son espectaculares.

El personal es súper amable y realmente hace sentirte como en casa. Además, las vistas son impresionantes y el desayuno es delicioso, con variedad para todos los gustos.

Eso sí, las almohadas son altísimas, ¡preparense para un abrazo de plumas!

Me encantó el alojamiento, las vistas eran fabulosas y la habitación amplia, aunque un poco oscura. El desayuno buffet fue un gran acierto y el parking gratuito es un lujo. Sin embargo, noté falta de mantenimiento: el secador no funcionaba y había problemas con los desagües. La terraza, aunque bonita, carecía de intimidad y se sentía descuidada. Tuve inconvenientes con el suelo en varios lugares y la cama era incómoda. La atención del personal fue siempre amable, pero el hotel necesita más cuidado para brindar una experiencia realmente excelente.

Cerca de todo lo que quieres ver en Santander

La experiencia fue fantástica, ya que estaba a solo 5 minutos a pie de la zona de bares y a 10 minutos del casco histórico, lo que me permitió disfrutar de un agradable paseo cada vez que salía del hotel; además, el personal fue muy amable y la limpieza impecable. Sin embargo, el hotel podría mejorar en el mantenimiento de algunas áreas.

La ubicación es ideal, cerca del centro. Nos asignaron una habitación mejor con vistas al mar, lo que apreciamos. Sin embargo, la habitación era pequeña y carecía de luz natural, solo una ventana a un patio interior. La cama era cómoda y el baño tenía ducha de efecto lluvia. El aire acondicionado no funcionó a la noche porque desconectan en ese horario; sería útil un cartel que lo indique. Escuchábamos ruidos de otros lugares del hotel. A pesar de un par de inconvenientes, el servicio del personal fue excepcional y muy amable.

Hicimos una corta estancia de negocios en este hotel y quedamos gratamente sorprendidos. La habitación era moderna y limpia, con un trato del personal excepcional. Apreciamos mucho tener aparcamiento gratuito y un desayuno decente. Aunque la habitación tenía algunas pequeñas incomodidades, en general, nuestra experiencia fue positiva.

Habitació tranquil·la, llit súper còmode. Ubicació a prop del centre, tot i la pujada. Personal amabilíssim, ajudant en tot. Només un però: calor al vespre, segurament per la situació del sol. Més enllà d’això, una estada satisfactòria. Tornarem segur!

Ubicación excelente, a un paso del centro. Personal muy amable y atento, siempre dispuestos a ayudar. Habitaciones cómodas con vistas espectaculares. Desayuno suficiente y buenas opciones en el minibar. Un par de inconvenientes en el baño, pero nada que arruine la experiencia. Parking gratuito un gran plus.

La ubicación de Art es insuperable, a pocos minutos del centro. El personal de recepción es amable y profesional, y el desayuno es excelente. Además, el acceso al hotel es fácil, con rampas y escaleras mecánicas cercanas.

Sabanas viejas, toallas sucias. Sin enchufes al lado de la cama.