Nos encantó la ubicación del hotel, ya que estaba cerca del puerto y a pocos pasos de la playa. Disfrutamos de hermosas vistas a la bahía desde nuestra habitación, lo cual fue realmente impresionante. Además, la habitación era espaciosa, con una cómoda cama y un baño limpio. El servicio fue excelente, el personal era amable y servicial, y nos dieron buenos consejos sobre los lugares y actividades de la zona. apreciamos el parking gratuito que ofrecían.

Hemos disfrutado mucho de nuestra estancia en el hotel Atalaya. La ubicación es excelente, a solo 3 minutos de la playa de Mundaka. Además, nos encantó que tuviera un parking privado y gratuito, lo cual fue muy conveniente. La habitación era sencilla pero acogedora, tenía todo lo necesario para pasar una noche cómoda. El desayuno también fue muy bueno, con una variedad de opciones para elegir. El personal fue amable y atento. En general, recomendaría este hotel sin dudarlo.

A pesar de que nuestra estancia fue agradable, tuvimos un par de aspectos negativos. El primero fue el ruido en el hotel.

Me encantó el encanto y la decoración del Hotel Atalaya. A pesar de que es más antiguo, eso le da un toque especial y acogedor. La habitación era espaciosa y el edificio del hotel es precioso. Además, la ubicación es excelente, cerca de todo lo que necesitas. El parking privado fue muy conveniente, especialmente en el centro de la ciudad. El personal fue muy amable y nos dio buenos consejos sobre qué hacer en la zona.

El único inconveniente fue que no había aire acondicionado en la habitación y nos tocó una ola de calor. Sin embargo, esto parece ser normal en la costa del País Vasco.

El ambiente del hotel es muy familiar gracias al amable personal que hay. Nos han dado un trato excepcional y han estado dispuestos a resolver cualquier duda en todo momento. Destacar su cercanía. Servicio de desayuno y cena muy buenos. El personal es excelente y la ubicación es perfecta.

Me sentí como en casa al instante, no he tenido ningún inconveniente.

Pasamos el fin de semana en el hotel Atalaya y quedamos encantados. La habitación era amplia y contaba con una terraza cerrada muy acogedora. La ubicación era inmejorable, justo en la plaza del pueblo, al lado del puerto y la zona de bares, y a pocos pasos de la playa. El personal fue muy amable, nos ofrecieron mapas y nos dieron recomendaciones de lugares que visitar. También tenían parking gratuito, lo cual fue de gran ayuda, ya que encontrar aparcamiento en la zona era difícil. Sin duda volveremos a este hotel.

Recomendaría este lugar no permitir fumar en las habitaciones con balcones, ya que el olor se filtraba dentro de las habitaciones y era difícil de eliminar.

El hotel está en una ubicación perfecta, a solo 3 minutos de la playa y con vistas al puerto. La habitación, aunque sencilla, tenía todo lo necesario y el baño estaba impecable. El servicio del hotel fue excepcional, el personal siempre amable y dispuesto a ayudar en todo momento. El desayuno fue magnífico, con una gran variedad de opciones para personalizarlo. Además, el hotel ofrece aparcamiento gratuito y tiene un bonito edificio.

Aunque el precio de la habitación era un poco elevado, considero que se ajusta a la calidad y servicios ofrecidos por el hotel.

Pasamos una estancia tranquila a pesar de los ruidos que se escuchaban en el pasillo y en la habitación de al lado. Afortunadamente, el personal nos cambió de habitación y pudimos descansar sin problemas. La limpieza del hotel era impecable y la ubicación era excelente. Además, el personal fue amable y atento a nuestras necesidades. nos gustó la comodidad de la cama y la buena presión de la ducha. Tener acceso a un parking gratuito fue muy conveniente. En general, recomendaría este hotel.

A pesar de los aspectos negativos, como el mobiliario viejo y los vecinos ruidosos, tuvimos una buena experiencia en el Hotel Atalaya. El edificio era bonito y estaba bien situado.

El hotel está muy bien situado cerca del puerto, lo cual es perfecto para disfrutar del ambiente marítimo. Las habitaciones son espaciosas y luminosas, con una hermosa vista hacia la bahía. El personal es amable y servicial, y el desayuno es delicioso con zumo de naranja recién exprimido y buen café. Además, hay un parking propio que resulta muy cómodo.

El único inconveniente es que la comunicación entre el hotel y la plataforma de reserva a veces puede generar algún problema, como en nuestro caso.