Si buscas escapar de la rutina y disfrutar de la tranquilidad, Finca Binibona es el lugar perfecto para ti. Situado en un encantador pueblo a las afueras de las zonas turísticas más concurridas, este hotel ofrece un ambiente relajante y natural. Las habitaciones son amplias y nuevas, con detalles como camas balinesas privadas y jacuzzis en los baños. Además, el personal es amable y atento, brindando un servicio excepcional. El desayuno es delicioso y abundante, y las vistas panorámicas desde el hotel son espectaculares. Sin duda, es el lugar ideal para desconectar y disfrutar de la belleza de la isla.

Aunque la experiencia en Finca Binibona es mayormente positiva, el aspecto negativo a mencionar es el precio, ya que puede resultar un tanto elevado. Sin embargo, el valor que se recibe por el servicio y las instalaciones compensa este inconveniente.

Las mejores cosas de nuestra estancia fueron la amplitud y comodidad de la habitación, con acceso directo al jardín y la piscina. nos encantó el gran baño con jacuzzi y la cama muy cómoda. Además, el entorno alrededor del hotel era hermoso y rústico, con cada detalle cuidado. La comida, desde el desayuno hasta la cena, era deliciosa y valió la pena. El personal fue atento y siempre con una sonrisa, especialmente Carmen, Sebastián y Dagma. La ubicación del hotel, lejos de las áreas turísticas concurridas, nos permitió disfrutar de la tranquilidad y la naturaleza.

Nada en absoluto de lo que quejarse.

El desayuno buffet ofrece gran variedad de queso, embutidos y fruta. Las habitaciones cuentan con aire acondicionado, ducha y bañera amplias, y camas cómodas. La cena es exquisita, con toques mallorquines. La atención del personal es excepcional y las instalaciones cuentan con camas balinesas junto a la piscina.

Lugar tranquilo, personal amable y atento, comida deliciosa, camas en la piscina para leer. Todo diseñado para descansar y disfrutar. Respeto de los demás viajeros. Volveremos.

Me encantó quedarme en este lugar encantador en el interior de la isla. La finca antigua se encuentra en un pueblecito rodeado de naturaleza y paz. Nuestra habitación en la planta baja era perfecta, con un amplio baño y un jacuzzi. El personal fue amable y atento, y disfrutamos mucho del delicioso desayuno y las cenas sabrosas. Además, la ubicación es ideal para explorar la sierra de la Tramuntana y sus maravillosos pueblos mallorquines.

Lo único negativo que puedo mencionar es que las bebidas son adicionales y considero que deberían estar incluidas en el precio.