Me encantó mi experiencia en este hotel boutique en Malanquilla. Es sorprendente la belleza y el ambiente acogedor que ofrece. Lo que más me gustó fue el personal del hotel, siempre dispuesto a ayudar en lo que necesitara. Además, pude disfrutar de servicios como la piscina, el jacuzzi y la sauna, lo cual fue realmente relajante. Además, me encantó la ubicación, ya que está en un pueblo tranquilo donde pude desconectar por completo. Sin duda, un gran lugar para hospedarse.

Hubo algunas cosas que no me gustaron tanto. Al llegar, la habitación estaba un poco fría y tardó en calentarse.

El personal muy amable y atento en todo momento. Nos ofrecieron todo lo que necesitábamos y nos mostraron todas las instalaciones del lugar. Además, la zona del jacuzzi era muy relajante y tenía unas vistas excelentes. También disfrutamos mucho de la comida en el bar, que tenía una buena relación calidad-precio. En general, el ambiente del pueblo era tranquilo y perfecto para descansar.

No pudimos contactar con nadie del hotel antes de nuestra llegada, por lo que tuvimos que buscarlos en el bar del pueblo. Además, la habitación que nos dieron no tenía terraza, a pesar de que en la descripción del hotel decía que sí.

El hotel ha sido reformado con gusto, manteniendo lo rústico con un toque moderno. La habitación y el baño amplios, limpios y con una terraza espectacular. El jacuzzi con vistas relajantes. El personal muy amable y atención excepcional. Ofrecen cama para perros ¡gracias! ✨

Me encantó la tranquilidad y el entorno en el que se encuentra el hotel. Fue ideal para desconectar y relajarme. Además, el trato del personal fue inmejorable, siempre preocupados por hacer mi estancia agradable. Las habitaciones tematizadas con el Quijote eran preciosas, y me ofrecieron la oportunidad de elegir la que más me gustara. También disfruté del desayuno en el gastrobar, que estaba delicioso y ofrecía opciones para elegir. Sin duda, cuando vuelva a la zona repetiré la experiencia y la recomendaré a mi familia.

El único inconveniente que encontré fue que no pude disfrutar del desayuno incluido, ya que tuvieron algunos problemas. Además, el check-in se realiza en un bar en la plaza del pueblo, lo cual no estaba indicado en la página web.

Nos gustó mucho la ubicación del hotel, ya que se encuentra en un pueblo pequeño y tranquilo. Las habitaciones eran muy cómodas y acogedoras, con camas y almohadas muy cómodas. Además, teníamos acceso a un jacuzzi con unas vistas impresionantes. nos atendieron muy bien en el restaurante, donde disfrutamos de una deliciosa comida y un excelente servicio por parte de Nati.

Por otro lado, no tuvimos la oportunidad de probar el desayuno, ya que no estaba disponible durante nuestra estancia.