Me encantó la limpieza impecable del hotel y la atención en los detalles. Las instalaciones eran increíbles, especialmente los hermosos jardines que rodean las habitaciones. El personal era amable y atento, siempre dispuesto a ayudar. Además, el desayuno ofrecía deliciosos productos locales.

Todo estuvo bien.

Desafortunadamente, hemos tenido una mala experiencia en cuanto al servicio de limpieza de las habitaciones. El personal parece no prestar mucha atención a esta área y encontramos que la habitación no estaba correctamente aseada. Además, la ubicación del hotel en una colina hace que el acceso sea un poco complicado, especialmente para personas mayores o con movilidad reducida.

Por otro lado, la decoración del hotel es hermosa y las habitaciones son espaciosas y cómodas.

Me encantó el edificio, un antiguo convento rehabilitado con decoración acogedora y piezas antiguas. El personal amable. Comida deliciosa en el bar. Habitación amplia y bonita. Hermosa piscina y jardín tranquilo.

Me sentí bien acogido, no he tenido ningún inconveniente.

El hotel era un remanso de tranquilidad y los mimos del personal hicieron que encontráramos la calma que íbamos buscando. En general no somos partidarios de contratar los desayunos tipo buffet pero en este caso, mereció la pena. Si bien la carta no era demasiado larga, el restaurante ofrecía un trato y una calidad excelentes. Para repetir, sin duda alguna. Cada rincón del lugar transmite calma y bienestar, y está decorado con un gusto exquisito. El personal nos trató de manera magnífica, acorde con el nivel del hotel al que definitivamente volveremos.

Me gustó todo.

Mi estancia en El Convent 1613 fue simplemente maravillosa. Las instalaciones son hermosas y la decoración del hotel es espectacular. Cada rincón del hotel está cuidado con detalle y crea un ambiente acogedor. La antigua iglesia reconvertida en restaurante es algo único y la comida de calidad que se sirve allí es deliciosa. Disfruté especialmente de las cenas en el patio interior acristalado, fue una experiencia muy agradable. Las habitaciones están limpias, bien equipadas y las camas son muy cómodas. Todo el personal, especialmente Ana en la recepción, fue extremadamente profesional y amable, siempre dispuesto a ayudar en todo momento. En general, recomendaría este hotel sin ninguna duda.

Me alojé en un hotel situado en una colina, lo cual ofrecía unas vistas impresionantes desde mi habitación. Además, la ubicación permitía disfrutar de la tranquilidad y paz que ofrece el entorno natural. La habitación era espaciosa y confortable, con una decoración cuidada. El baño también era amplio y estaba equipado con todas las comodidades necesarias. El servicio del hotel fue excepcional, mostrándose siempre atentos y dispuestos a ayudar. Por otro lado, el desayuno ofrecía una amplia variedad de opciones, garantizando así un buen comienzo del día.

No obstante, el precio del hotel era un poco elevado, lo cual podría dificultar el retorno en futuras ocasiones.

me encantó el hotel, un convento restaurado con habitaciones preciosas que dan al jardín. La atención del personal fue inmejorable, te hacen sentir como en casa. El entorno es incomparable, ideal para desconectar y estar en contacto con la naturaleza.

falta flexibilidad en las reservas

Sitio encantador y tranquilo, ubicación ideal en pueblo medieval. Habitación de categoría superior. Cenamos correctamente. Desayuno excelente. Trato del personal. Lugar recomendable. Nosotros repetiríamos.

No pude encontrar nada malo.

Decoración exquisita y limpieza impecable. Zonas comunes acogedoras y relajantes.- Personal magnífico y servicio impecable

Todo estupendo.

Las habitaciones y los baños son amplios, cómodos e impecables. El personal es amable y servicial, y se adaptaron a nuestras necesidades. El restaurante ofrece una comida espectacular. Nos hicieron sentir como en casa y nos ayudaron cuando tuvimos un problema de salud. Muchas gracias a todo el equipo.

Estuve muy feliz, no tengo ninguna razón para quejarme.

Las zonas comunes muy cuidadas, con chimeneas en diversos lugares para disfrutar del fuego. El desayuno con productos típicos de la zona y una espectacular cristalera que es la protagonista. Muchas plantas y luz natural.

Me sentí sumamente acogido, no tengo ninguna razón para quejarme.

El personal es encantador y atento, te hacen sentir como en casa. Los detalles en la decoración y las comodidades del hotel son excelentes. El entorno natural es incomparable y perfecto para relajarse. El desayuno ofrece productos de calidad.

Me sentí bienvenido, no he tenido ningún inconveniente.

El hotel es un edificio singular, un antiguo convento restaurado con una decoración muy bien hecha.

Lo viví como una verdadera escapada, no tengo ninguna razón para quejarme.

estuvimos en un oasis de tranquilidad en La Fresneda, con una habitación que daba al hermoso jardín y sus relajantes fuentes. Disfrutamos de porches acogedores, rincones para la lectura y un desayuno con productos locales de calidad. El personal fue amable y el acceso al pueblo y el parking fueron cómodos.

piscina pequeña