Hemos pasado un fin de semana espectacular en el Hotel Enrique Calvillo. La ubicación es excelente, a poca distancia de todos los lugares de interés en El Bosque. Nuestra habitación estaba impecable, muy limpia y cómoda. El personal fue muy amable y servicial, siempre dispuesto a ayudarnos con nuestras necesidades. Disfrutamos mucho de la comida en el restaurante, especialmente de los platos locales que eran deliciosos. Aprecio especialmente que el desayuno estuviera incluido en el precio de la habitación, fue un agradable detalle. En general, recomendaría este hotel a cualquiera que visite El Bosque.

Aunque en general nuestra estancia fue muy positiva, hubo un par de aspectos que podrían mejorarse. Las toallas del baño no eran muy absorbentes, lo cual resultaba un poco incómodo después de ducharse.

La ubicación es perfecta, muy cerca de bares y restaurantes. Además, el hotel cuenta con su propio restaurante, lo cual es muy conveniente. Las habitaciones son amplias y cómodas, con una buena insonorización y calefacción para el frío.

Hubo varios aspectos negativos durante nuestra estancia. En primer lugar, el colchón de la cama era muy blando, lo cual resultó incómodo para descansar.

El desayuno fue muy bueno, con opciones de café, zumo de naranja y una deliciosa tostada de pan de pueblo. Además, la habitación estaba equipada con todas las comodidades necesarias, como aire acondicionado, nevera y secador de pelo. nos encantó el olor a limpio que había en la habitación. La ubicación del hotel fue estupenda, ya que tuvimos suerte con el aparcamiento y pudimos aparcar justo en la puerta del hotel. Además, se encontraba cerca del río, lo cual le daba un ambiente tranquilo.

Para ser sincero, no hubo nada que no nos haya gustado.

La ubicación de este alojamiento es excelente, ya que se encuentra estratégicamente situado cerca de la entrada al pueblo. Además, cuenta con habitaciones amplias y baños espaciosos, lo que brinda comodidad a los huéspedes. Destaca el desayuno, con una variedad de opciones como tostadas, molletes, zumo de naranja natural y más. Asimismo, se puede apreciar una decoración bonita y en estilo andaluz, con plantas y flores que crean un ambiente agradable.

Encontré un detalle negativo en relación al colchón de la habitación, el cual era bastante duro y no se amoldaba al cuerpo.

Mi estancia en el Hotel Enrique Calvillo fue realmente agradable. La relación calidad-precio fue excelente y me sorprendió gratamente encontrar una pequeña nevera en la habitación, ideal para mantener mis bebidas frías durante mis rutas y senderismos.

La ubicación del hotel era excelente, muy conveniente para explorar la zona. me gustó mucho la limpieza de la habitación, parecía que lo habían limpiado todo a fondo. Además, el personal del hotel era amable y servicial.

Lo que no me gustó fue la falta de insonorización en la habitación. Escuché a los huéspedes de al lado discutiendo toda la noche y no pude dormir bien.

El hotel está ubicado en una región preciosa, ideal para hacer senderismo y excursiones por la sierra. Además, cuenta con un restaurante que ofrece comida casera deliciosa. Los empleados son muy atentos y proporcionan cualquier cosa que necesites e información sobre la zona. Las instalaciones son preciosas y la limpieza es excelente. Por si fuera poco, el desayuno, aunque no es tipo buffet, está muy bien y te lo sirven en la mesa.

Algunas habitaciones pueden tener bastante claridad debido a la luz de emergencia que ilumina toda la habitación.

La ubicación es perfecta cerca del centro y senderos. La habitación era acogedora y bien decorada. El personal amable con habitaciones espaciosas y limpias.

No pude encontrar nada malo.

Me encantó la ubicación. Fácil aparcamiento cerca. Habitación amplia y limpia. Comida exquisita en el restaurante. Buen desayuno incluido. Estancia muy agradable.

Me sentí como un VIP, no me puedo quejar.

Personal amable y atento. Habitación cómoda y bien cuidada.- Fácil aparcamiento cerca.- Buena ubicación para hacer excursiones.

No tiene ningún problema.

segunda vez quedamos satisfechos, personal amable y atento. Zonas bien decoradas, limpias. Desayuno variado. Buena ubicación cerca del centro.

Falta parking gratuito.

Nos alojamos en un hotel encantador en la hermosa región de la Sierra de Cádiz. La habitación era amplia y acogedora, con una decoración típica de la zona. El baño estaba impecable y tenía todas las comodidades que necesitábamos. El servicio del personal era excelente, siempre dispuestos a ayudar y muy amables. Disfrutamos de un delicioso desayuno, donde pudimos disfrutar de una tostada de campo deliciosa y personalizable. Además, la ubicación del hotel era ideal, cerca de hermosas rutas senderistas y con fácil acceso al centro del pueblo.

El restaurante del hotel dejaba algo que desear. La variedad de platos locales era limitada y no cumplió con nuestras expectativas.

Buena ubicación junto al río, tranquilo y con aparcamiento cercano. Instalaciones bien cuidadas, limpias y con detalles cuidados. Restaurante con terrazas para tapear o comer. Habitaciones bonitas y florales, con desayuno local. Trato amable, nos cambiaron de habitación sin problema. Comunicación fácil por teléfono. Pueblo agradable con varios restaurantes. Buena cama y baño renovado. Personal atento, incluso cerrando por vacaciones nos sirvieron el desayuno.

En este hotel, disfruté de una estancia increíble. Las instalaciones estaban impecables y bien cuidadas. Además, el desayuno ofrecía una amplia variedad de opciones deliciosas. El personal era atento y servicial, siempre dispuesto a proporcionar cualquier información que necesitara sobre la zona. me encantó la ubicación del hotel, que resultó perfecta para hacer senderismo y excursiones por la región.

Nada.

Un hostal muy bonito estilo andaluz, con muchas plantas y flores, muy céntrico. Habitaciones grandes y limpias, algunas con terraza y vistas al pueblo y montañas. Desayuno variado incluido en el precio. Carta de tapas en el restaurante muy variada y deliciosa. Atención y amabilidad del personal.

Me sentí como en un cuento de hadas, no tengo ninguna razón para quejarme.