Sin duda, nuestra estancia en La Posada de Lalola fue una experiencia relajante y placentera. La atmósfera de paz y tranquilidad en el salón nos hizo sentir totalmente desconectados. Además, las amplias habitaciones estaban decoradas de manera exquisita y el baño era simplemente ideal. No podemos dejar de mencionar las vistas preciosas que teníamos desde nuestro balcón. El desayuno era delicioso y Miguel Ángel nos brindó una atención estupenda. ¡Estamos deseando volver!

Nos alojamos en una encantadora posada en una zona rural. La habitación estaba decorada con gusto y teníamos un jardín muy cuidado. Además, el desayuno era sencillo pero delicioso, con productos locales como zumo y café recién hecho.

El trato del propietario fue distante y no nos explicaron nada sobre las instalaciones al llegar.

Después de un largo día de caminatas por los hermosos paisajes de los alrededores, la cena en La Posada de Lalola nos sorprendió gratamente y nos hizo sentir mimados. El propietario ha creado una ambientación encantadora en el comedor y su hospitalidad es excepcional. Además, cada día nos sorprendieron con platos variados y vinos de alta calidad. ¡Fue un verdadero placer!

Un lugar muy acogedor con un toque personal del anfitrión, Miguel Ángel. El sitio perfecto para relajarse y disfrutar de la zona, el vino y la gastronomía. El anfitrión muy amable y siempre dispuesto a ayudar. La cena en el restaurante fue una experiencia agradable, con productos de la huerta y de la zona. La ubicación, la tranquilidad y la decoración del hotel son excelentes. La habitación estaba decorada con mucho gusto y encanto, al igual que el resto del hotel. La terraza es espectacular y se respira tranquilidad y paz. El restaurante es precioso, romántico y con encanto, con detalles como velas, flores y cuadros en las paredes. La comida es buenísima y el trato y atención de Miguel Ángel, el dueño, es excepcional.

Me sentí muy atendido, no me puedo quejar.

Decidimos quedarnos en este hotel con media pensión, ya que nuestra idea era hacer excursiones durante todo el día y regresar a descansar y cenar. Lo que más nos gustó fue el menú para la cena, no había elección, pero nos sirvieron platos muy variados y deliciosos. El ambiente del comedor era genial, con música de fondo y una iluminación muy cálida y acogedora. Además, en la habitación había libros de lectura, lo cual fue un detalle muy agradable. Sin duda, este alojamiento es perfecto para parejas y ya forma parte de nuestra lista de lugares con encanto que estamos seguros de volver a visitar.

las vacaciones en Buera fueron maravillosas, pero La Posada de Lalola fue una sorpresa aún mejor. Miguel Ángel nos trató de manera excepcional, siempre dispuesto a ayudar y darnos consejos. La cena sorpresa fue espectacular, rodeados de intimidad y acompañada de un buen vino. La decoración y la ubicación cerca de Alquezar son encantadoras.

Calefacción con ruido.

La ubicación de esta posada es perfecta para aquellos que buscan un entorno tranquilo y cerca de la playa. Según los comentarios de los huéspedes, el hotel se encuentra en una zona rural, lo que permite disfrutar de un ambiente relajado y alejado del bullicio de la ciudad. Además, el jardín de la posada ofrece un lugar agradable para sentarse y descansar. Las camas son cómodas y el servicio es amable, lo que garantiza una estancia agradable.

Un aspecto negativo mencionado por algunos huéspedes es el precio excesivo del hotel, lo que puede afectar a la relación calidad-precio.

Lugar tranquilo, cama cómoda, decoración cálida, buena ubicación, excepcional anfitrión.

La habitación estaba decorada con mucho gusto y tenía salida al tranquilo jardín compartido. El almuerzo fue delicioso. Estuve cerca de Guara para hacer excursiones. Ideal para parejas.

Nada.

Pequeño y bonito hotel rural con habitaciones bien equipadas y camas cómodas. Desayuno completo y cena sorprendente. Ambiente especial y personal amable.

la estadía en buera ha sido increíble, y en La Posada de Lalola fue aún mejor. Nos sentimos como en casa desde el primer momento, Miguel Angel y su familia son personas maravillosas. La cena y el desayuno deliciosos, y relajarse en el patio con una copa fue genial. Definitivamente volveremos y recomendaremos este lugar a nuestros amigos.

La bañera necesita mejoras, había manchas de moho negro en las baldosas y algunos desconchones. También hubo un olor desagradable en la habitación y los muelles de la cama hacían ruido.

unas vacaciones en casa. la tranquilidad del lugar, la decoración bonita, las habitaciones bien equipadas y el restaurante enfrente con una cena variada y rica a buen precio. Dueños amables y todo limpio.

Falta de información al llegar, nadie explicó las instalaciones ni el desayuno, escaso y siempre olvidaban cosas.

El alojamiento se encuentra en una zona rural cercana a lugares turísticos como Alquézar, ofreciendo tranquilidad y descanso. Los huéspedes destacaron la decoración retro de la casa, el bonito comedor, el pequeño salón con libros, chimenea y música, y el cálido trato del personal. Además, el desayuno casero fue elogiado por su calidad y el restaurante ofreció una cena excepcional con productos selectos de la tierra Aragonesa. se mencionó la comodidad de la cama y el encanto del patio exterior.

La calefacción en las habitaciones resultó insuficiente en algunos casos.

Mi estancia en La Posada de Lalola fue realmente placentera. Desde el momento en que llegué, me sentí envuelto en un ambiente de paz y tranquilidad. La decoración del lugar es exquisita y cada detalle está cuidadosamente seleccionado. La habitación en la que me hospedé era espaciosa y cómoda, con una cama que garantizó un descanso reparador. El jardín es un remanso de naturaleza donde pude relajarme y disfrutar del canto de los pájaros. El desayuno preparado con esmero fue delicioso y la atención de Miguel Ángel fue excepcional. Sin duda, recomendaría este hotel a cualquiera que busque un lugar de serenidad y descanso.

Como único inconveniente, mencionaría que para acceder a las habitaciones ubicadas en la zona alta, es necesario salir al patio y subir unas escaleras al aire libre. En caso de mal tiempo, puede resultar un poco incómodo.