Disfrutamos de la ubicación céntrica de nuestro alojamiento en una plaza encantadora. Sin embargo, la habitación resultó calurosa y sin aire acondicionado. A pesar de ello, recomendamos la estancia en este hotel.

La ubicación del hotel en plena plaza del pueblo es ideal. Al salir, ¡teníamos todo a mano como si estuviéramos en el mercado medieval! Fue tan conveniente que casi esperaba encontrar un caballero montado en su corcel. ¡Una experiencia única!

Ausencia de ascensor.

Me encantó mi estancia en este hotel en Ainsa. Los alrededores son realmente mágicos, con vistas impresionantes a las montañas y una ubicación perfecta cerca de la iglesia y la plaza del pueblo. Además, la decoración rústica del hotel era encantadora y muy acorde con el ambiente del lugar.

En cuanto a las cosas que no me gustaron, el hecho de tener que hacer el check-in en un restaurante cercano y que no hubiera recepción en el edificio de las habitaciones fue un poco incómodo. También tuve dificultades para encontrar aparcamiento en la plaza, ya que no se permite aparcar allí.

El hotel ofrecía una base de datos muy completa y fácil de usar, lo cual facilitó mi estancia. Además, la habitación con vistas al mar era realmente impresionante y creó un ambiente relajante y tranquilo durante mi estancia.

Noté que la conexión wifi en la habitación no era tan rápida como me hubiera gustado, lo cual dificultó un poco mi trabajo en línea.

La Suite es grandísima, con una cama muy cómoda y vistas increíbles a la montaña. A pesar de ser agosto, no pasamos calor ya que no había aire acondicionado. La ubicación en la plaza de Aínsa es perfecta, con todo a mano.

Me sentí como en casa, no tengo ninguna razón para quejarme.

Nos gustó mucho la ubicación del hotel, ya que está en pleno centro histórico del pueblo. nos encantó el entorno, rodeado de calles empedradas y edificios llenos de encanto. Además, las vistas desde la habitación eran impresionantes.

Hubo varios aspectos que no nos gustaron de nuestra estancia en este hotel. En primer lugar, no había nadie para recibirnos al llegar, simplemente nos dejaron un teléfono para llamar.