Me encantó todo en este lugar, desde la decoración hasta el trato del personal. El desayuno era delicioso y abundante. El dueño, Andrés, fue muy atento y se aseguró de que todo estuviera perfecto. Ideal para desconectar y hacer senderismo. Sin duda, el mejor hotel rural en el que he estado.

Me sentí como si estuviera en mi propia casa, no tengo ninguna queja en absoluto.

Una experiencia maravillosa en plena naturaleza! El personal es cercano y amable, atención inmejorable. Las habitaciones son cómodas y están decoradas con mimo. El desayuno es variado y delicioso. ¡Volveremos sin duda!

Me sentí como en familia, no tengo ninguna razón para quejarme.

El entorno espectacular y tranquilo. La atención del dueño Andrés.Los espacios al aire libre.El desayuno y la comida del restaurante.Las piscinas naturales y el río.

Nada, todo fue maravilloso.

El hotel tiene un hermoso jardín con casa de madera y juguetes para niños, dos cenadores y cama de exterior tipo playa. El entorno es inigualable y César y EMI brindan un servicio extraordinario. La decoración del lugar y la piscina con vistas al bosque son espectaculares. El desayuno es delicioso y el dueño, Andrés, te hace sentir como en casa. Sin duda volveremos.

Ubicación idílica. Instalaciones espectaculares.Amabilidad y buen trato.Desayuno abundante y delicioso.Decoración y detalles cuidados.Entorno natural impresionante.Posibilidad de hacer senderismo.Privacidad y tranquilidad.

Nada que pueda disgustar.

Trato excepcional, oasis de paz, ideal para descansar, comida genial, gente profesional.

Nada en absoluto de lo que quejarse.

El hotel está situado en un hermoso entorno natural, con acceso directo al río. Perfecto para aquellos que aman la naturaleza. Cuenta con un amplio jardín donde los niños pueden jugar y una cabañita llena de juguetes para entretenerlos. El personal es sumamente atento y servicial, siempre dispuesto a ayudar.

El acceso al hotel puede resultar un poco complicado, especialmente si se utiliza un coche de turismo, ya que el camino está hecho de piedras y puede resultar incómodo de transitar por varios días.

Nos encantó la hospitalidad de Andrés, el dueño. Un trato excelente desde el momento en que llegamos. El lugar es precioso, en medio de la naturaleza y cerca de un río. La habitación estaba muy bien decorada y no pasamos frío en marzo. El desayuno fue delicioso y el personal, especialmente Alberto, fue encantador.

Sin problemas.

excelente ubicación, trato increíble, instalaciones perfectas y vistas preciosas. ideal para desconectar y disfrutar de la naturaleza. repetiremos seguro!

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Mi estancia en Rural El Marquesito Antigua Casa Carmela fue maravillosa. Pasé unos días disfrutando del entorno natural y acogedor del hotel. El edificio de recepción, con su hermoso porche delantero y su terraza trasera cerrada, ofrecía unas vistas impresionantes. había terrazas adicionales, un salón/terraza cerrado y una zona tranquila con cómodos sofás y una cama/hamaca. La pequeña piscina era perfecta para refrescarse, y además, teníamos acceso a una poza del río para nadar. Pero lo más destacado fue la hospitalidad de Andrés, quien nos hizo sentir como en casa y nos permitió disfrutar de la finca plenamente.

Lo recomiendo.