Gran descubrimiento, pequeño y acogedor hotel con un interior encantador de una casa con exquisito gusto. Habitación amplia, techos altos e inclinados con vigas de madera. Rincón acogedor en el hotel a modo de salón. Ideal para estancia de relax y hacer salidas hacia el mar, el interior o en la propia zona. Buena relación calidad precio y cálida acogida por parte de los responsables. David y Pilar son excepcionales, te sientes como en casa y te tratan como uno más de su familia. Detalles como dejarte un libro en la biblioteca por haber visitado las bodegas de Jean Leon.

Puedo recomendar este hotel a todos.

La atención fue inmejorable, el dueño nos ayudó en todo lo que necesitábamos. La decoración del hotel combina tradición y modernidad de forma excepcional.La biblioteca cuenta con una gran selección de libros de arte y novelas.El desayuno fue exquisito, acompañado de una agradable chimenea.

Todo bien.

Un trato excepcional del propietario David, quien salió a recogerme y tenía la habitación lista con calefacción encendida. Desayuno delicioso junto a una chimenea.

Me sentí como un vip, no tengo ninguna queja.

Nos encantó la hermosa decoración de la casa, la combinación de tradición, modernidad y arte en cada rincón. David Ribas, el propietario, fue muy atento y sus obras de arte son impresionantes. En lugar de tener televisión, disfrutamos de una gran biblioteca con libros de todo tipo, lo cual nos encantó. Además, tuvimos la suerte de presenciar un recital de poesía y degustar vinos locales durante nuestra estancia. Fue el lugar ideal para desconectar durante un fin de semana.

Nada de nada. 👌

Este hotel está en una ubicación perfecta, cerca de restaurantes y bares. Las habitaciones son cómodas y limpias, con una decoración única y bonita. El desayuno es delicioso y variado, con opciones personalizadas. El servicio es excelente y el personal te hace sentir como en casa. Además, hay una biblioteca con una gran selección de libros y revistas. Definitivamente, una experiencia encantadora.

La única cosa negativa es que no hay televisión en las habitaciones, pero esto puede ser una ventaja para aquellos que buscan desconectarse y disfrutar de la tranquilidad del entorno.

Gran descubrimiento, hotel pequeño y acogedor con una decoración encantadora. Habitación amplia con techos altos y vigas de madera. Rincones acogedores en el hotel. Buena relación calidad-precio. Cálida acogida por parte de los responsables.

Me sentí totalmente relajado, no tengo ninguna pega.

La pensión es excelente, con más prestaciones que algunos hoteles. No falta nada en la habitación, está limpísima y tiene detalles inesperados. El desayuno es increíble, con embutidos de calidad, café de la cafetera de toda la vida y pan excelente de pueblo. El alojamiento está situado en el centro de la zona antigua, lo cual es perfecto para explorar. Los anfitriones hacen todo lo posible para que la estancia sea cautivadora. Sin duda, todo un descubrimiento.

Me sentí como si estuviera relajándome en casa, no he tenido ningún inconveniente.