Ubicación maravillosa, entre playa y montaña. Habitaciones con estilo propio y terraza. Propietarios y personal serviciales. Delicioso menú variado. Lugar encantador para descansar y disfrutar en familia.

Nos encantó la tranquilidad del entorno y la belleza del hotel. Las habitaciones estaban impecables y decoradas con mucho gusto. Aunque la wifi no llegaba a la habitación, eso nos permitió desconectar por completo. El personal fue amable y servicial, siempre dispuesto a ayudarnos en todo lo que necesitábamos. Además, la cercanía a una hermosa playa y a Cudillero fue un gran plus. En resumen, recomendamos este hotel rural para una escapada relajante.

Nos encantó este hotel boutique. El dueño, Rogelio, nos brindó una atención fantástica hasta el mínimo detalle, haciendo que nuestra estancia fuera inolvidable. El lugar está ubicado en una zona tranquila y cercana a una playa preciosa. Nos impresionó la hermosa decoración del hotel y disfrutamos del jacuzzi incluido en nuestro baño. Además, tuvimos la opción de desayunar, comer, cenar y disfrutar de la barra del hotel.

Me encantó este hotel rural en una zona preciosa. Está ubicado en la montaña, rodeado de paisajes impresionantes. La habitación era amplia y bien decorada, con una cama enorme y muy cómoda. El baño también era espacioso y tenía una bañera de hidromasaje perfecta para relajarse. El personal fue muy amable y atento, siempre dispuestos a ayudar. Además, el desayuno era abundante y tenía productos deliciosos como cuajadas y yogures.

El precio me pareció un poco elevado.

El hotel se encuentra en una zona preciosa, rodeado de bosques verdes y con una de las mejores playas de arena fina muy cerca. Las habitaciones son espaciosas y cómodas, con bañera de hidromasaje para poder relajarse. El personal es muy atento y el desayuno es increíble, con una gran variedad de productos asturianos. Además, el hotel cuenta con una terraza con vistas espectaculares y un magnífico jardín para disfrutar.

La única pega es que no hay mosquiteras en las ventanas, lo que puede permitir la entrada de mosquitos. Sin embargo, el hotel proporciona antimosquitos en los enchufes para solucionar este problema.

Hermoso sitio rodeado de naturaleza. Habitaciones amplias y cómodas con detalles encantadores. Desayuno delicioso y abundante. Cena con platos exquisitos. Personal amable y atento. 10/10.

Mi pareja y yo nos alojamos en Rural Playa de Aguilar durante un fin de semana. Desde nuestra llegada, recibimos un trato amable y simpático por parte del dueño. La habitación era de lujo, tranquila y limpia. Además, nos sorprendieron con un detalle precioso para celebrar nuestro aniversario. Sin duda, volveremos. ¡Gracias por todo!

Recomendaría a todos este lugar.

Este encantador hotel rural ofrece una ubicación privilegiada cerca de una hermosa playa. Las habitaciones son amplias, luminosas y cuentan con terraza o balcón para disfrutar de las vistas. El baño está bien iluminado y cuenta con duchas de buen caudal de agua. El trato del personal es excelente y están pendientes de todos los detalles. Además, se sirve un desayuno copioso y las instalaciones del hotel están bien cuidadas.

Aunque en general la experiencia fue excelente, algunos huéspedes mencionaron detalles descuidados en las habitaciones, como toallas y mantas viejas, limpieza deficiente y olor a humedad.

Después de una agradable estancia en este encantador hotel en la costa, puedo decir que tuve una experiencia maravillosa. La ubicación era perfecta, ya que estaba a solo unos pasos de la impresionante playa de arena. La habitación en la que me alojé era preciosa y la cama era increíblemente cómoda. Además, el baño estaba impecable y muy bien equipado, incluso tenía un jacuzzi. El servicio del personal fue excepcional, siempre atentos y dispuestos a ayudar en todo momento. El desayuno fue impresionante, con una gran variedad de opciones deliciosas. La única pequeña queja que tengo es el tomate del desayuno que no era natural, pero el resto de la comida era deliciosa. En general, fue una estancia inolvidable con muchas comodidades.

Estancia espectacular en finca bonita, espaciosa y acogedora en entorno natural de playa y montaña. Habitaciones estilo propio con terraza. Propietario y personal muy serviciales. Menú variado y exquisito. Lugar encantador, muy recomendable para descansar y disfrutar en familia.

El hotel se encuentra en una zona preciosa, junto a una playa preciosa de arena. Las habitaciones son amplias, bien decoradas y algunas tienen vistas al mar. Además, el baño cuenta con chorros de hidromasaje y todo está limpio y en perfecto estado. El desayuno es muy completo y el servicio es muy atento.

La zona de juegos para niños en el exterior necesita ser renovada.

Nos encantó este hotel. Primero, la ubicación es perfecta, ya que está junto a una playa preciosa en un bello entorno. Además, las habitaciones son muy cómodas, con un balcón y vistas maravillosas. Otra cosa que nos gustó fue el desayuno, que incluía productos lácteos producidos localmente. Sin duda, este hotel ofrece una gran relación calidad-precio.

Todo fue genial, no hay nada que mejorar.

Decoración colonial encantadora. Habitación amplia y cómoda.3. Baños con ducha y bañera de hidromasaje.4. Terraza con hermosa vista al bosque y al mar.5. Atención personalizada y amable.6. Desayuno delicioso y abundante.7. Hotel ideal para descansar y desconectar.8. Ubicación tranquila cerca de la playa.

Me gustó todo.

Habitaciones amplias y confortables, en un entorno tranquilo y natural. Situado cerca de lugares turísticos de interés. Buena relación calidad-precio en el restaurante. Personal atento y amable. Intentaremos repetir.

En cuanto a lo positivo, la tranquilidad tanto de las habitaciones como del entorno era excelente. El personal era amable y siempre intentaba ayudar en todo lo que necesitábamos. me gustó mucho la familiaridad del lugar y la atención personalizada que recibimos. Aunque hubo algunas cosas que no me gustaron, en general fue una experiencia agradable.

Lo peor es que las almohadas eran muy incómodas y solo había dos opciones para elegir. Además, había hormigas con alas en la habitación cada vez que abríamos la terraza.