Nos encantó la ubicación, la cual nos permitió hacer la Ruta del Cares de manera cómoda. El hotel ofrece instalaciones limpias y cómodas, con habitaciones y baños impecables. El desayuno fue espectacular, con zumo de naranja recién exprimido, tostadas y yogur casero delicioso. El personal fue extremadamente amable, acogedor y servicial. No podemos pedir más.

No había nada que no nos gustara.

Nos alojamos en un bonito pueblo rodeado de los hermosos Picos de Europa. La casa tenía una fachada exterior bonita y pintoresca. La habitación triple en la última planta era acogedora y tenía hermosas vistas a la luna. Además, el wifi funcionaba muy bien desde la habitación, a pesar de encontrarnos en una zona rural.

El tema de la comida dejaba mucho que desear, tanto en las cenas como en los desayunos.

El dueño muy amable y servicial. Buena ubicación para disfrutar del entorno. El paisaje es impresionante. Trato cordial y atención personalizada.