El hotel se encuentra en un entorno encantador, rodeado de naturaleza y tranquilidad. Las habitaciones son muy limpias y amplias, con baños adecuados. El servicio es amable y atento, y el desayuno por 3€ ofrece una variedad deliciosa, incluyendo bizcochos caseros y café recién hecho. Además, la casona tiene una decoración clásica y pintoresca que le da un encanto especial.

La insonorización no es la mejor, lo cual puede afectar un poco la calidad del descanso.

Me sentí tan relajada en el cómodo salón con chimenea, como si estuviera en mi propia casa. Las habitaciones espaciosas con baño y el Wi-fi gratis fueron un gran plus. ¡Y el estacionamiento gratuito en el lugar evitó cualquier inconveniente!

Alguna palabra? No, no, solo paz y tranquilidad aquí.

Nos sorprendió gratamente el estilo antiguo de La Casona de los Lomas, con detalles encantadores que no se ven con frecuencia en estos tiempos. La habitación era amplia y cómoda, con una hermosa balconada de madera y muebles clásicos. El trato de la familia que lleva el hotel fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar y hacernos sentir bienvenidos. Además, el desayuno casero estaba delicioso y a un precio muy asequible. Recomendamos este lugar por su calidad, precio y un ambiente familiar encantador.

Nada de verdad 😊.

Me he alojado en La Casona de los Lomas y ha sido una experiencia increíble. Desde el momento en que entré, quedé fascinado por el estilo antiguo y los detalles encantadores de la casa. Mi habitación era amplia y cómoda, con una hermosa balconada de madera y muebles clásicos. El trato personalizado de Adriano y su madre fue excepcional, siempre dispuestos a atender cualquier necesidad. Además, el desayuno casero y delicioso fue el complemento perfecto para empezar el día. Sin duda, recomendaría este lugar por su calidad, precio y ubicación ideal para explorar Cantabria. ¡Volveré en mi próxima escapada! En cuanto a las desventajas, sería conveniente que los huéspedes tuvieran una llave de la puerta de entrada para mayor comodidad y privacidad. Sin embargo, a pesar de este pequeño inconveniente, en general, recomendaría este hotel sin dudarlo.

El ambiente acogedor y tranquilo. La decoración clásica y encantadora. El trato amable y atento de los propietarios. Las deliciosas tartas caseras en el desayuno. Las vistas desde el jardín.

Todo bien.