Estuvimos en La Gineta en julio, buscando un entorno rural alejado de la ciudad y las playas masificadas. La casita era preciosa, con todas las comodidades de una casa de campo, y nos encantó el patrio privado donde hicimos una barbacoa. Toñi, la anfitriona, nos recibió con una sonrisa y la calefacción encendida, lo cual fue genial porque hacía frío. La ubicación también fue perfecta, ya que disfrutamos de la tranquilidad del campo y pudimos visitar los pueblos de los alrededores. Sin duda volveremos.

Ninguna queja. 😊

El alojamiento se encuentra en una ubicación estratégica, cerca de varios pueblos importantes y bonitos. Además, la tranquilidad del lugar permite disfrutar de una estancia relajada y en contacto con la naturaleza. Por otro lado, la amabilidad de los dueños es destacable, siempre están atentos y pendientes de los clientes, listos para solucionar cualquier problema o duda que puedan surgir durante la estadía.

Hay algunos aspectos que podrían mejorarse. En primer lugar, la señalización del lugar es un poco confusa, el cartel es pequeño y no resalta bien, lo que dificulta encontrar el hotel.

Pasamos unas vacaciones maravillosas en La Gineta. Estuvimos en julio con nuestros hijos y nuestra perrita, buscando un ambiente rural y tranquilo para desconectar. La casa de los enamorados es perfecta para esto, con su ubicación en plena naturaleza y su amplia oferta de comodidades: piscina privada, barbacoa, tumbonas y chimenea. Magda, la anfitriona, fue muy atenta y nos proporcionó información sobre rutas de senderismo en la zona. Además, la casa estaba bien equipada, incluso con lavavajillas, y la limpieza fue impecable. Sin duda, una gran experiencia que repetiremos.

Recomiendo este hotel, es total.

Estuvimos en julio con nuestros hijos y nuestra perrita en La Gineta, un lugar ideal para una estancia rural en un entorno tranquilo y alejado de la masificación de las playas. La casita del tío Miguel tenía todas las comodidades que necesitábamos, con una ubicación perfecta a solo 5 minutos de La Ermita y a 10 minutos de Alcalá la Real. Los desayunos en el porche, los aperitivos en la piscina y las cenas en la barbacoa fueron increíbles. Además, disfrutamos de las fantásticas rutas de paseo en los alrededores y pudimos contemplar un cielo estrellado magnífico, ¡incluso presenciamos un eclipse de luna! Pero lo mejor de todo fueron los anfitriones, Toñi y Felipe, que nos trataron de forma exquisita y nos despedimos como si fueran nuestra propia familia. Sin duda, uno de los mejores recuerdos de nuestra familia.

Me sentí como un VIP, no he tenido ningún inconveniente.

¡Una escapada increíble! Nos alojamos en una casa de campo preciosa con todas las comodidades necesarias. La ubicación era perfecta, alejada del ruido de la ciudad pero cerca de otros lugares para visitar. Disfrutamos de la tranquilidad del campo y de las noches estrelladas. Además, los anfitriones fueron extremadamente amables y atentos.

No encontramos ningún aspecto negativo, nos encantó todo.