Ubicación conveniente para visitar clientes. Buena opción para ciclistas.Buen servicio de restauración.Habitación tranquila y cómoda.Bar con terraza agradable.Vistas espectaculares.Buen precio económicos.

Mejor imposible.

El hotel está ubicado en una zona tranquila y cerca de algunos excelentes restaurantes vascos. Además, hay un puente peatonal que conecta con estas opciones gastronómicas, lo que facilita el acceso a los lugares de comida. Las habitaciones tienen un toque rural encantador, con hermosas paredes de piedra que evocan los tradicionales caseríos de la zona. Además, el desayuno es delicioso, con opciones como zumo natural y una tortilla de patatas impresionante.

Aunque el hotel ofrece un entorno acogedor, hay un ligero inconveniente relacionado con el ruido de la carretera. A pesar de que se nos asignó una habitación en la planta alta para evitar el ruido de la cafetería, aún se podía escuchar el ruido de los vehículos que pasaban.

Quedamos encantados con nuestro hospedaje en este hotel. Las habitaciones y baños eran amplios y bonitos, y la limpieza era impecable. La amabilidad y dedicación del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudarnos. Además, el hotel cuenta con un restaurante donde disfrutamos de deliciosas comidas y cenas, incluso pudimos desayunar en su maravillosa terraza en cualquier momento del día. La ubicación del hotel, cerca de algunos excelentes restaurantes vascos y de un puente peatonal, también fue muy conveniente.

Para ser sincero, nada que no me haya gustado.

Nos encantó el trato del personal, siempre amables y dispuestos a ayudar. Además, la limpieza del hotel era excelente, todo estaba impecable. La ubicación del hotel era perfecta para nosotros, ya que queríamos estar cerca de la naturaleza. Disfrutamos de las vistas a la montaña desde nuestra habitación y pudimos hacer varias caminatas por los alrededores.- Otra ventaja que nos gustó mucho fue la posibilidad de cenar y comer en el hotel. La comida era de calidad y a un buen precio, lo cual nos resultó muy conveniente.

Lo peor fue que el hotel se encuentra en una zona industrial, lo cual no era muy agradable para nosotros. Las vistas desde nuestra habitación no eran las mejores.

Hotel pequeño con excelentes servicios en recepción y cafetería/restaurante. Habitación bien equipada y mobiliario cuidado. Hermosas vistas desde la cama en la habitación superior. Personal muy amable.

El establecimiento tiene un diseño atractivo y una terraza acogedora. El desayuno es escaso pero delicioso, con buena calidad. La ubicación es excelente, cerca de un supermercado y con fácil acceso y aparcamiento gratuito. El personal es amable y atento. La habitación cuenta con una cama cómoda.

El hotel se encuentra en una ubicación conveniente, cerca de algunos excelentes restaurantes vascos. Además, hay un puente peatonal cercano que facilita el acceso a estos restaurantes. Las habitaciones son espaciosas y los baños son grandes y modernos. El servicio del personal es amable y atento. El desayuno ofrece una buena selección de platos y las vistas desde algunas habitaciones son impresionantes.

Algunos huéspedes han mencionado que se escucha el ruido del bar situado cerca del hotel, lo que puede afectar la calidad del sueño en algunas habitaciones.

Limpieza impecable. Instalaciones del hotel excelentes.- Acceso a estacionamiento.- Buena ubicación cerca de un puente peatonal.- Cerca de algunos excelentes restaurantes vascos.- Desayuno delicioso.- Personal amable y servicial.

No hay nada negativo.

Nos encantó el entorno agradable y las vistas preciosas desde el hotel. La habitación era amplia y cómoda, con aire acondicionado. El baño estaba estupendo. Además, fue genial poder aparcar cerca y tener un supermercado justo al lado.

El entorno del hotel es precioso, con un río y un paseo que conecta los pueblos y el Santuario de Loyola. Además, la terraza es muy agradable, especialmente en verano. Otro punto positivo es la ubicación del hotel, cerca de un supermercado y con fácil acceso. hay numerosos lugares de estacionamiento gratuitos y seguros en los alrededores.

Eché de menos un salón interior relajado en el hotel. Lo único disponible era el restaurante, que siempre estaba lleno y era muy ruidoso.

La ubicación es perfecta, cerca de varios restaurantes vascos de renombre. Además, hay un puente peatonal que te permite acceder fácilmente a ellos. La habitación tiene un diseño encantador con detalles medievales, y el baño es moderno y cómodo. El servicio es amable y el desayuno ofrece una variedad de opciones. hay ventajas como una terraza y un bar con una carta deliciosa.

El único inconveniente es la falta de insonorización en algunas áreas del hotel.

Nos hemos alojado en un lugar inesperado pero agradable. La habitación era cómoda y acogedora, con una cama muy cómoda. El desayuno era sencillo pero delicioso, con opciones como pan con tomate y zumo de naranja recién exprimido. Además, la ubicación del hotel es curiosa pero conveniente, cerca de algunos excelentes restaurantes vascos a los que se puede llegar a través de un puente peatonal.

La insonorización en el hotel dejaba mucho que desear. Se podían escuchar todos los ruidos del resto de las habitaciones y de la cafetería, lo que resultaba bastante molesto.

Me gustó mucho el entorno natural en el que se encontraba el hotel, rodeado de un río y con un paseo que comunicaba los dos pueblos cercanos y el Santuario de Loyola. Además, la terraza del hotel era muy agradable para disfrutar del buen clima en verano. me pareció positivo que el personal del hotel fuera muy atento y amable, especialmente cuando tuvimos un problema con nuestro coche y nos permitieron quedarnos en la habitación hasta que estuviera solucionado.

Hubo varios aspectos que no me gustaron. En primer lugar, eché de menos un salón relajado dentro del hotel, ya que el único espacio disponible era el restaurante, que siempre estaba lleno y muy ruidoso.

El desayuno y la atención del personal de cafetería. Habitación acogedora, cama cómoda y baño amplio. Aparcamiento gratuito justo enfrente del hotel. Restaurante con amplia oferta. La chica nos preparó una pizza.

No he tenido ningún problema.

Estuve alojado en este hotel durante una semana y fue una elección perfecta. La ubicación es ideal para moverse por los alrededores y está muy bien comunicado. Pero lo mejor de todo es la encantadora terraza, donde disfrutaba de deliciosos desayunos y bebidas al final del día. Además, las habitaciones son fantásticas, cálidas y están ubicadas en un torreón que le da un toque especial al hotel. La piedra y la madera crean un ambiente muy agradable. El servicio fue muy atento y amable en todo momento.

Recomendaría a todos este lugar.