las habitaciones son cómodas y espaciosas, la cama es fantástica y el baño está limpio y aceptable. El desayuno es una delicia, con una buena mezcla de opciones dulces y saladas en generosas cantidades. La cena es deliciosa y a buen precio. Elisabeth, la anfitriona, es dulce y simpática, y nos hizo sentir especiales desde el primer momento. El entorno es tranquilo y la piscina es maravillosa. El desayuno incluido en el precio es fantástico. El pueblo está a solo cinco minutos en coche y ofrece buenas opciones para comer y pasear.

Hacía un poco de frío en la habitación.

El personal es amable y detallista. El lugar es hermoso, rodeado de montañas. La piscina es grande y hay tumbonas. El desayuno es completo y casero.

Todo bien.

Caímos de casualidad en este alojamiento ante la falta de oferta de hoteles en la zona, fue todo un descubrimiento. El lugar en el campo, la casa, el trato, el desayuno, etc. Los propietarios son muy amables; Elisabeth es fantástica y muy detallista. Lo mejor, el lugar, las instalaciones, su desayuno súpercompleto con productos artesanales, además la propietaria cocina muy bien. La piscina es bastante grande y la zona dispone de varias tumbonas; también hay un porche con mesa y sillas donde poder comer o tomar un cóctel! Los precios de bebidas y comidas son asequibles para todos los bolsillos. La habitación donde me he alojado con mi pareja y la mascota, el "Estudio Deluxe", dispone de cocina totalmente equipada, baño y una terraza descubierta equipada con mesa y sillas. Todo superlimpio y como nuevo, además le tenía preparado un bebedero a nuestra perra. No hay televisión en el Estudio, pero hay WIFI gratis! En el salón sí que hay TV y futbolín! Las vistas también son de lo mejor. Por la noche y gracias a que no hay contaminación lumínica, se puede disfrutar del cielo estrellado. Aunque estemos en julio, una chaqueta os vendrá bien; un gusto en verano!

Nada, ninguna queja. 😊

Ubicación inmejorable, paisaje de ensueño, amabilidad de los propietarios, desayuno delicioso, instalaciones y piscina excelente.

Ninguna queja.

Nos encantó la ubicación del hotel, rodeado de hermosas montañas que brindaban una sensación de tranquilidad y paz. Además, era muy fácil acceder al hotel, ya que estaba ubicado cerca de la autopista. La habitación en la que nos alojamos era amplia y cómoda, perfecta para relajarse después de un largo día. nos gustó mucho el desayuno, que era variado y abundante, con deliciosas mermeladas caseras y opciones saladas para todos los gustos.

Encontramos que el WiFi del hotel no era muy potente en algunas zonas, lo que dificultaba la conexión a Internet en ciertos momentos.

Personal agradable, tranquilidad total, contacto con la naturaleza, terraza para disfrutar bajo las estrellas, cercanía a Velez Rubio.

Nada, todo fue maravilloso.

El alojamiento de Las Persianas Azules está perfectamente ubicado en un entorno natural de ensueño, rodeado de almendros. Disfrutamos de una paz y tranquilidad incomparables. El desayuno fue delicioso y variado, preparado con esmero por la anfitriona. Destaco la amabilidad y disposición de los anfitriones para resolver cualquier duda o problema que tuviéramos.