El trato amable y cercano de Elena hizo que nos sintiéramos como en casa. El lugar es perfecto para descansar y desconectar de todo, con unas vistas increíbles al parque natural de Ports. La casita de madera es preciosa y está muy bien equipada, no nos faltó de nada. Además, tener un terreno al lado para dejar el coche fue muy cómodo.

La ubicación es ideal, cerca de diferentes rutas de senderismo y del centro del pueblo. Además, ofrece hermosas vistas a la montaña desde el jardín. La casa está bien equipada, con todo lo necesario y muy limpia. destacamos la amabilidad y cercanía de la dueña, Elena.

La estancia fue muy corta.

La amabilidad del personal y su interés en hacerme sentir como en casa. La tranquilidad y desconexión que ofrece el lugar. Las bonitas vistas al parque natural y la posibilidad de dejar el coche en el exterior.

La estancia en Les Valletes fue realmente increíble. El valor que obtuve por mi dinero fue excepcional, la habitación era impecable y tenía todos los servicios necesarios. Además, la ubicación del hotel era perfecta, con vistas impresionantes al parque natural de ports. El personal, especialmente Elena, fue extremadamente amable y atento, haciendo que me sintiera como en casa. Recomiendo totalmente este lugar para desconectar y disfrutar de unas vacaciones relajantes.

El menú para el desayuno podría haber tenido más variedad y opciones para elegir. Aunque la casa estaba equipada con todo lo necesario, solo eché de menos algunas pequeñas herramientas de cocina, como una espátula o tijeras.

nuestra segunda estancia en Arnes fue aún mejor gracias a Les Valletes. La cabaña tenía todo lo que necesitábamos, desde camas cómodas hasta un amplio jardín con vistas a las montañas. Elena, la anfitriona, fue encantadora y nos dio consejos sobre lugares para visitar en la zona. Sin duda, queremos volver.

Faltaba una sartén grande en la cocina.

Mi estancia en Les Valletes fue maravillosa. Pasé un fin de semana tranquilo en esta acogedora casita de madera. El lugar estaba impecable, con todas las comodidades que necesitaba, desde secador de pelo hasta tostadora. Además, su ubicación era ideal, cerca del centro del pueblo y con unas vistas preciosas hacia la montaña. El jardín con barbacoa fue perfecto para relajarme y disfrutar del entorno. La dueña, Elena, fue encantadora, atenta y cercana, lo que hizo que me sintiera como en casa. Las facilidades para pagar y la posibilidad de quedarme todo el domingo fueron detalles que aprecié enormemente. Recomiendo totalmente Les Valletes como alojamiento ideal para una escapada tranquila y cómoda.

Lo recomiendo.